¿Por qué la filosofía?
Enrique Dussel A.*
En todas las grandes culturas neolíticas, en Egipto, desde los textos de Menfis en el tercer milenio antes de la era común; en la China, desde el tercer milenio de dicha era con el I Chin; en el Indostán, desde el comienzo de la elaboración oral de los Upanishad; en Palestina, desde el siglo VIII adC, con los profetas de Israel; en Grecia, desde la misma época, aproximadamente, y en América, un milenio después, se fueron dando los cánones que organizaban la sabiduría de esos pueblos. Las comunidades urbanas realizaron una labor de síntesis de los principios que fundaban sus determinados modos de vida. Los que se dedicaban a esa labor de ordenar las interpretaciones más profundas de la existencia de esas comunidades altamente desarrolladas se denominaron amantes de la sabiduría (en griego filósofos, en azteca tlamatinime). Eran los que podían dar cuenta de forma ordenada y racionalizada de los diversos modos del saber, es decir, que relacionaban las observaciones astronómicas, descubrimientos matemáticos, etcétera, con las experiencias agrícolas, los saberes medicinales y con los recuerdos de las gestas de los pueblos.
De esta disciplina intelectual (entre los griegos denominada episteme, que podríamos traducir como saber estricto por argumentación) se fueron lentamente desprendiendo todas las hoy llamadas ciencias. La misma matemática era parte de la enseñanza filosófica en la Academia de Platón, en Atenas. La astronomía formaba parte de la física, que era una disciplina filosófica en el Liceo de Aristóteles. La escuela filosófica de Bagdad, desde el siglo IX, se ocupaba igualmente de la matemática, inventó los números arábigos, los logaritmos y la astronomía heliocéntrica, entre otros. Y fue por influencia árabe, por conducto de los traductores de Toledo, que la filosofía con base empírica aristotélica llegó a París en el siglo XIII, punto de partida de todo el desarrollo posterior europeo de las ciencias.
En épocas normales, donde el orden de un sistema civilizatorio funciona todavía adecuadamente, los momentos clásicos de las culturas, la filosofía ordena los saberes y permite crear el tejido intersticial de las ciencias, dando unidad a la cosmovisión correspondiente. Así funcionó durante más de 20 siglos la filosofía confuciana en China, que se ha regenerado con el neoconfucianismo que alienta en el presente el renacer aún económico del Oriente extremo (desde Singapur a Surcorea o China –ya que Mao Tse Tung, aunque marxista era en verdad un lector asiduo de Wang Yang-ming (1472-1529), el fundador del neoconfucianismo. En estos casos la filosofía es el fundamento de la educación del sistema.
Pero en épocas de crisis como la que experimentamos en el presente (no sólo en los países centrales del capitalismo por el colapso del dogmatismo neoliberal y el estancamiento de la producción industrial, sino igualmente por la crisis de los partidos políticos y el sistema representativo en todo el mundo) es necesario repensar todo el andamiaje científico, tecnológico y político, lo que exige tener capacidad crítica y vislumbrar el conjunto del proceso civilizatorio para inventar nuevos supuestos y alternativas. Para ello no bastan las ciencias de mediaciones, de los instrumentos de un sistema, sino las disciplinas que permiten repensar la totalidad de los medios y los fines, de su sentido último, para descubrir las contradicciones que han llevado a la sociedad en su conjunto a callejones sin salida.
Es entonces, en esos momentos límites, que la crítica de la totalidad es imprescindible y la filosofía es la única disciplina racional (que sabe pensar aún el fundamento de las ciencias) que puede encarar esa función crítico-creadora. La geometría desarrolla en un espacio abstracto y vacío sus axiomas y desarrollos posteriores, pero la filosofía puede pensar lo que dicho espacio es, condición que posibilita la geometría. La matemática se ocupa de la cantidad, de los números, pero no puede definir lo que son la cantidad y el número: los usa, pero no puede describir su contenido último. Los sistemas de salud, la medicina, suponen la definición de la enfermedad (que es muy diversa en cada cultura y evoluciona históricamente), pero no pueden tratarla como su objeto, sino que la suponen implícitamente. Y así en todos los sistemas científicos, sociales, políticos o económicos.
La economía de mercado supone la existencia del mercado –concepto que, en primer lugar, introdujo en la argumentación moderna un filósofo: Adam Smith (1723-1790)– y su definición exige la intervención del filósofo. Recuérdese que el mercado fue incluido como un momento de una argumentación ética y fue la propuesta de B. de Mandeville (1670-1733) para solucionar la contradicción de la existencia de vicios privados (como el propio interés) que se transformaban en virtudes públicas (la producción de riqueza social por parte del egoísta).
En toda crisis la práctica de la filosofía integrada a grupos interdisciplinarios es esencial ya que permite pensar los supuestos de un sistema económico, político, pedagógico, etcétera, para crear en cada campo las condiciones innovadoras de alternativas no sospechadas.
Por ello es lamentable que un país en crisis como México elimine de la enseñanza media superior el aprendizaje filosófico, lo que supondría dotar al alumno de recursos teóricos que sólo le permitan repetir lo que se supone que el mercado en crisis requiere y no, principalmente, para descubrir innovaciones creativas en otros aspectos o sistemas inéditos, pero posibles para una mente adiestrada, no en la mera repetición mimética, sino en saber pensar lo inédito. Más que nunca se necesitan espíritus creadores y no meramente repetitivos de caminos trillados que llevan al despeñadero.
Además, la corrupción generalizada de la sociedad, en la economía (¡hasta los banqueros roban!), en la política (los representantes piensan en sus ventajas y no en la de sus representados), en la religión (los sacerdotes son pederastas o corruptores de menores), etcétera, nos habla de la necesidad de que la población pueda meditar en algún momento de su etapa educativa sobre la ética, sobre la responsabilidad del cumplimiento de principios que hagan la vida humana digna de ser vivida. Y es solamente en las clases de ética, impartidas por filósofos en la preparatoria, que se pueden estudiar esas cuestiones cruciales para la existencia humana.
Por todo ello nos parece del todo injustificado, irracional y propio de personas no sensibles a las dificultades que sufre nuestra sociedad, el haber pensado siquiera eliminar las disciplinas filosóficas de la enseñanza media superior. Se formarían profesionales aptos para “apretar botones” de máquinas que no podrían desmontar ni inventar para que fueran las adecuadas para una sociedad más equitativa. Serían autómatas al servicio del mejor postor sin ninguna conciencia crítica, ni creadora ni ética. Lo peor que le puede acontecer a un pueblo es formar a sus profesionistas como simples ejecutores de órdenes venidas de los países hegemónicos, que siempre intentan transferir hacia el centro las riquezas de las neocolonias que se dejan explotar. Es evidente que esos planes de estudios (la reforma de la enseñanza media superior) han sido ideadas por los países más desarrollados y dominadores, que nos “venden” esos planes como los más avanzados, siendo, en verdad, proyectos que nos “desarman” teóricamente e impiden detectar los mecanismos de la indicada transferencia de riqueza.
Eliminar las disciplinas filosóficas de la enseñanza media superior es traicionar irresponsablemente la posibilidad de tomar conciencia de los fundamentos de la autodeterminación crítica y ética de la tecnología, la economía y la política del país.
* Filósofo
Fuente: La Jornada (02 de mayo de 2009)
Este blog pretende ser una comunidad de aprendizaje sobre tópicos filosóficos y políticos, abiertos a cualquier persona que se interese por participar en los temas que aquí se exponen mediante comentarios críticos anotados al final del artículo del momento o enviándolos por email. Asimismo, todos mis escritos pueden ser reproducidos libremente en otros medios impresos o digitales conservando mi autoría.
sábado, 2 de mayo de 2009
jueves, 30 de abril de 2009
Funcionario de la SEP aceptó los planteamientos de la comunidad filosófica
Funcionario de la SEP aceptó lo que le plantearon, asegura la comunidad filosófica
Autor: Karina Avilés para La Jornada
Fecha de publicación: Abril 30, 2009 por Revista Per Se
*La respuesta institucional, hoy; será consultada con asociaciones y académicos, dice asesor
*Analiza avalar todo el acuerdo, o sólo algunos puntos, como “hacer obligatorias algunas materias”
En la propuesta que entregaron ayer representes de la comunidad filosófica nacional a la Secretaría de Educación Pública (SEP), la cual fue dirigida también al presidente Felipe Calderón Hinojosa, representantes de la comunidad filosófica nacional pidieron la implantación de un “nuevo acuerdo” secretarial en el que se incluya en forma explícita las humanidades y, como parte de ellas, las disciplinas filosóficas, lo cual deberá ser publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Por la noche, al término de un encuentro de más de tres horas con el subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Székely Pardo, los académicos agrupados en el Observatorio Filosófico de México informaron que, de entrada, el funcionario aceptó su planteamiento, pero esperarán la respuesta oficial que les entregará hoy miércoles.
Lo anterior, con el objetivo de que “no quede en las palabras, en el aire, porque en una reunión se pueden decir muchas cosas”, informó el vocero de citado observatorio, José Alfredo Torres.
Filósofos, agrupaciones y representantes de diferentes universidades denunciaron la semana pasada que la Reforma Integral de Educación Media Superior (RIES) que entrará en vigorel próximo ciclo escolar desaparece las humanidades, y dentro de ellas, las asignaturas filosóficas, como la lógica, la ética y la filosofía mexicana. Esta medida ocasionó el rechazo unánime de la comunidad, a lo cual se sumaron reconocidos académicos como Pablo González Casanova, Adolfo Sánchez Vázquez y Luis Villoro.
En el documento que ayer entregaron al subsecretario, dirigido además al titular de la Secretaría de Educación Pública, Alonso Lujambio, los filósofos plantearon tres puntos: agregar el campo disciplinario de humanidades a los otros –como el de matemáticas y ciencias experimentales– que se mencionan en el acuerdo secretarial 444, del 21 de octubre de 2008; incluir en dicho campo, la filosofía y las competencias disciplinares básicas correspondientes, mediante asignaturas tales como lógica, ética, introducción a la filosofía, estética, filosofía mexicana, filosofía política, así como formular un “nuevo acuerdo en el que se incluyan los dos puntos anteriores y se publique en el Diario Oficial de la Federación”.
El subsecretario “estuvo de acuerdo; sin embargo, falta que se ratifique de manera oficial”, añadió José Alfredo Torres, al señalar que la respuesta del funcionario será consultada con las asociaciones y los académicos que constituyen la citada agrupación, pues “la comunidad es la que tiene que decidir”.
Por su parte, el coordinador del Observatorio Filosófico de México, Gabriel Vargas Lozano, indicó que se discutieron ampliamente los diferentes puntos durante la reunión, pero las preguntas de “por qué quitaron las humanidades y por qué las trasladaron de obligatorias y básicas a transversales, que es la tierra de nadie, no están respondidas”.
A su vez, señaló que esta asociación no es un “grupo minoritario” como el funcionario lo calificó en alguna entrevista, porque “representamos a una inmensa mayoría y, por ello, vamos a consultar a la gente para dar nuestra respuesta”.
Precisó que Székely Pardo, planteó, por un lado, aceptar su planteamiento tal cual o realizar alguna variante ,como “la aceptación de las disciplinas filosóficas, pero tratando de encontrar un lugar en el marco de la reforma”.
Ante ello, dijo, “vamos a esperar” su respuesta institucional.
Notas:
http://www.jornada.unam.mx/2009/04/29/index.php?section=sociedad&article=056n1soc
Autor: Karina Avilés para La Jornada
Fecha de publicación: Abril 30, 2009 por Revista Per Se
*La respuesta institucional, hoy; será consultada con asociaciones y académicos, dice asesor
*Analiza avalar todo el acuerdo, o sólo algunos puntos, como “hacer obligatorias algunas materias”
En la propuesta que entregaron ayer representes de la comunidad filosófica nacional a la Secretaría de Educación Pública (SEP), la cual fue dirigida también al presidente Felipe Calderón Hinojosa, representantes de la comunidad filosófica nacional pidieron la implantación de un “nuevo acuerdo” secretarial en el que se incluya en forma explícita las humanidades y, como parte de ellas, las disciplinas filosóficas, lo cual deberá ser publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Por la noche, al término de un encuentro de más de tres horas con el subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Székely Pardo, los académicos agrupados en el Observatorio Filosófico de México informaron que, de entrada, el funcionario aceptó su planteamiento, pero esperarán la respuesta oficial que les entregará hoy miércoles.
Lo anterior, con el objetivo de que “no quede en las palabras, en el aire, porque en una reunión se pueden decir muchas cosas”, informó el vocero de citado observatorio, José Alfredo Torres.
Filósofos, agrupaciones y representantes de diferentes universidades denunciaron la semana pasada que la Reforma Integral de Educación Media Superior (RIES) que entrará en vigorel próximo ciclo escolar desaparece las humanidades, y dentro de ellas, las asignaturas filosóficas, como la lógica, la ética y la filosofía mexicana. Esta medida ocasionó el rechazo unánime de la comunidad, a lo cual se sumaron reconocidos académicos como Pablo González Casanova, Adolfo Sánchez Vázquez y Luis Villoro.
En el documento que ayer entregaron al subsecretario, dirigido además al titular de la Secretaría de Educación Pública, Alonso Lujambio, los filósofos plantearon tres puntos: agregar el campo disciplinario de humanidades a los otros –como el de matemáticas y ciencias experimentales– que se mencionan en el acuerdo secretarial 444, del 21 de octubre de 2008; incluir en dicho campo, la filosofía y las competencias disciplinares básicas correspondientes, mediante asignaturas tales como lógica, ética, introducción a la filosofía, estética, filosofía mexicana, filosofía política, así como formular un “nuevo acuerdo en el que se incluyan los dos puntos anteriores y se publique en el Diario Oficial de la Federación”.
El subsecretario “estuvo de acuerdo; sin embargo, falta que se ratifique de manera oficial”, añadió José Alfredo Torres, al señalar que la respuesta del funcionario será consultada con las asociaciones y los académicos que constituyen la citada agrupación, pues “la comunidad es la que tiene que decidir”.
Por su parte, el coordinador del Observatorio Filosófico de México, Gabriel Vargas Lozano, indicó que se discutieron ampliamente los diferentes puntos durante la reunión, pero las preguntas de “por qué quitaron las humanidades y por qué las trasladaron de obligatorias y básicas a transversales, que es la tierra de nadie, no están respondidas”.
A su vez, señaló que esta asociación no es un “grupo minoritario” como el funcionario lo calificó en alguna entrevista, porque “representamos a una inmensa mayoría y, por ello, vamos a consultar a la gente para dar nuestra respuesta”.
Precisó que Székely Pardo, planteó, por un lado, aceptar su planteamiento tal cual o realizar alguna variante ,como “la aceptación de las disciplinas filosóficas, pero tratando de encontrar un lugar en el marco de la reforma”.
Ante ello, dijo, “vamos a esperar” su respuesta institucional.
Notas:
http://www.jornada.unam.mx/2009/04/29/index.php?section=sociedad&article=056n1soc
La filosofía debe formar parte integral del bachillerato
ASOCIACIÓN FILOSÓFICA DE GUADALAJARA
Por qué la Filosofía debe formar parte del bachillerato
Ante la propuesta de reforma federal de la Educación Media Superior (EMS), cuya orientación desatiende las áreas de formación filosófica y en vista de que el Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) ha asumido como propias dichas iniciativas, la Asociación Filosófica de Guadalajara expone las siguientes
Consideraciones:
1. Que es inherente a todo ser humano y fundamento de la vida democrática de una nación la capacidad de razonamiento y argumentación.
2. Que el bachillerato cumple esencialmente una función propedéutica, a la que podemos asociar otras finalidades.
3. Que la vida democrática se constituye por una pluralidad de voces, las cuales deben participar en los debates de la vida social y que requieren de herramientas argumentativas.
4. Que la filosofía es la sistematización de la argumentación y la racionalización, cuyos frutos se manifiestan en las sociedades contemporáneas a través de sus sistemas democráticos, sus producciones artísticas, sus avances científicos y sus innovaciones tecnológicas.
5. Que la filosofía es la disciplina que encarna la reflexión humana, sin la cual no podríamos comprender al hombre, sus obras y expectativas.
Por lo anterior asumimos como un compromiso moral externar lo siguiente:
1. Es imprescindible que toda propuesta educativa contenga asignaturas que permitan desarrollar en el estudiante, las habilidades previamente descritas.
2. Específicamente el bachillerato debe incluir asignaturas que posibiliten una amplia cultura en el egresado, de tal forma que sea la base de su formación personal y social.
3. El bachillerato debe dotar al estudiante de las actitudes, valores, capacidades racionales y argumentativas para poder expresar sus pensamientos, considerando que la argumentación es la única vía posible para dirimir las diferencias en una sociedad plural y diversa, en oposición a las conductas irracionales, incluida la violencia.
Respecto a la intención de impulsar el modelo de Bachillerato General de Competencias (BGC) por parte de la Secretaría de Educación Pública y el Sistema de Educación Media Superior de la Universidad de Guadalajara, asumimos la siguiente:
Postura
1. Partiendo del reconocimiento de que la filosofía está implícita en todas las disciplinas, siempre ha tenido una función transversal. Pero consideramos que debe constituirse, junto con otras disciplinas, como una línea de formación humanista, porque en ella descansa explícitamente las capacidades argumentativas y racionales que constituyen la naturaleza del ser humano.
2. Al estar alejada la propuesta del BGC de la UdeG de lo antes expuesto y que no es suficiente la aparición de las palabras “filosofía”, “lógica”, “ética”, “reflexión”, “argumentación” y “razonamiento”, entre otras, consideramos que es necesario que existan contenidos filosóficos explícitos, vinculados con la tradición filosófica.
3. Dado que el modelo del BGC del la UdeG promueve únicamente el uso práctico e inmediatista de los saberes sobre la formación cultural y humanística, planteamos que esta última es una competencia fundamental para todo ser humano, por lo que es inadmisible diluirla en materias cuyos contenidos distan mucho en atender esta crucial orientación.
4. Al ser el término “competencia” muy importante en la propuesta antes mencionada, a lo largo del documento base, no se halla una definición precisa y rigurosa, generando así confusión y desorientación interpretativa.
5. Lamentamos que en la elaboración de la propuesta no estén reflejadas las perspectivas de las diferentes comunidades de expertos, de las múltiples disciplinas (y particularmente las humanísticas), comenzando por las comunidades de la Universidad de Guadalajara.
6. La propuesta del BGC debe contener la lógica, la filosofía, la ética y la estética como materias básicas en el modelo educativo.
Este documento es producto del trabajo colegiado del Comité Directivo de la Asociación Filosófica de Guadalajara A.C.
Responsable: Clemente Castañeda Valencia, Presidente de la Asociación Filosófica de Guadalajara.
Fuente: La Jornada Michoacán (30 de Abril de 2009)
Por qué la Filosofía debe formar parte del bachillerato
Ante la propuesta de reforma federal de la Educación Media Superior (EMS), cuya orientación desatiende las áreas de formación filosófica y en vista de que el Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) ha asumido como propias dichas iniciativas, la Asociación Filosófica de Guadalajara expone las siguientes
Consideraciones:
1. Que es inherente a todo ser humano y fundamento de la vida democrática de una nación la capacidad de razonamiento y argumentación.
2. Que el bachillerato cumple esencialmente una función propedéutica, a la que podemos asociar otras finalidades.
3. Que la vida democrática se constituye por una pluralidad de voces, las cuales deben participar en los debates de la vida social y que requieren de herramientas argumentativas.
4. Que la filosofía es la sistematización de la argumentación y la racionalización, cuyos frutos se manifiestan en las sociedades contemporáneas a través de sus sistemas democráticos, sus producciones artísticas, sus avances científicos y sus innovaciones tecnológicas.
5. Que la filosofía es la disciplina que encarna la reflexión humana, sin la cual no podríamos comprender al hombre, sus obras y expectativas.
Por lo anterior asumimos como un compromiso moral externar lo siguiente:
1. Es imprescindible que toda propuesta educativa contenga asignaturas que permitan desarrollar en el estudiante, las habilidades previamente descritas.
2. Específicamente el bachillerato debe incluir asignaturas que posibiliten una amplia cultura en el egresado, de tal forma que sea la base de su formación personal y social.
3. El bachillerato debe dotar al estudiante de las actitudes, valores, capacidades racionales y argumentativas para poder expresar sus pensamientos, considerando que la argumentación es la única vía posible para dirimir las diferencias en una sociedad plural y diversa, en oposición a las conductas irracionales, incluida la violencia.
Respecto a la intención de impulsar el modelo de Bachillerato General de Competencias (BGC) por parte de la Secretaría de Educación Pública y el Sistema de Educación Media Superior de la Universidad de Guadalajara, asumimos la siguiente:
Postura
1. Partiendo del reconocimiento de que la filosofía está implícita en todas las disciplinas, siempre ha tenido una función transversal. Pero consideramos que debe constituirse, junto con otras disciplinas, como una línea de formación humanista, porque en ella descansa explícitamente las capacidades argumentativas y racionales que constituyen la naturaleza del ser humano.
2. Al estar alejada la propuesta del BGC de la UdeG de lo antes expuesto y que no es suficiente la aparición de las palabras “filosofía”, “lógica”, “ética”, “reflexión”, “argumentación” y “razonamiento”, entre otras, consideramos que es necesario que existan contenidos filosóficos explícitos, vinculados con la tradición filosófica.
3. Dado que el modelo del BGC del la UdeG promueve únicamente el uso práctico e inmediatista de los saberes sobre la formación cultural y humanística, planteamos que esta última es una competencia fundamental para todo ser humano, por lo que es inadmisible diluirla en materias cuyos contenidos distan mucho en atender esta crucial orientación.
4. Al ser el término “competencia” muy importante en la propuesta antes mencionada, a lo largo del documento base, no se halla una definición precisa y rigurosa, generando así confusión y desorientación interpretativa.
5. Lamentamos que en la elaboración de la propuesta no estén reflejadas las perspectivas de las diferentes comunidades de expertos, de las múltiples disciplinas (y particularmente las humanísticas), comenzando por las comunidades de la Universidad de Guadalajara.
6. La propuesta del BGC debe contener la lógica, la filosofía, la ética y la estética como materias básicas en el modelo educativo.
Este documento es producto del trabajo colegiado del Comité Directivo de la Asociación Filosófica de Guadalajara A.C.
Responsable: Clemente Castañeda Valencia, Presidente de la Asociación Filosófica de Guadalajara.
Fuente: La Jornada Michoacán (30 de Abril de 2009)
miércoles, 29 de abril de 2009
Gabriel Zaid - Universidades platónicas
DICIEMBRE DE 2005
Universidades platónicas
por Gabriel Zaid
Muchas de las grandes universidades de hoy, parapetadas tras el adjetivo académico, son en realidad aparatos burocráticos a la conquista del mercado. La búsqueda de la verdad se ha convertido en la búsqueda del poder. Gabriel Zaid analiza la historia de ese empobrecimiento.
Los presupuestos multimillonarios que hoy tienen muchas universidades llegaron con una administración cada vez más consciente de las realidades financieras, el mercado, las relaciones públicas y la política. Las consecuencias negativas fueron anticipadas por Thorstein Veblen (The higher learning in America. A memorandum on the conduct of universities by businessmen, 1918) y confirmadas por Derek Bok (Universities in the marketplace. The commercialization of higher education, 2003), después de presidir la Universidad de Harvard. Ambos critican, por ejemplo, el trato especial que reciben los deportistas universitarios, aunque apenas cumplan los requisitos escolares. No son como aquél tan ancho de omóplatos que fue llamado Platón, olvidando su nombre de Aristocles. Porque no se trata del deporte como ejercicio y recreo de los jugadores, en beneficio de su trabajo intelectual (mens sana in corpore sano), sino del espectáculo que exalta la identidad institucional. La euforia que produce un triunfo deportivo provoca llamadas de felicitación a las autoridades universitarias. En algún caso, provocó un homenaje en televisión, donde se examinó la trayectoria curricular del equipo y su figura principal: un dentista que había obtenido su "licenciatura en la universidad y su doctorado en el Real Madrid". ¿Cómo entender el énfasis deportivo? ¿Qué comparte con la enseñanza y la investigación? La sinergia corporativa. Son actividades distintas, pero el negocio es el mismo: la identidad, la marca, la legitimidad, que la institución vende y el mercado está dispuesto a pagar. Hasta los millonarios que no tienen interés en las cuestiones eruditas se identifican con las victorias deportivas de su alma máter, y la patrocinan. Para una trasnacional que patrocina investigaciones, un dictamen científico favorable, o cuando menos no negativo, vale oro. Y también valen mucho en el mercado las credenciales de saber expedidas por la universidad. Hacia fuera, las universidades buscan dominar el mercado, poner sucursales y absorber o controlar instituciones y proyectos que refuercen su prestigio y poder oligopólico. Una gran biblioteca, un canal de televisión, la sede de un acto que salga en los periódicos, cualquier fondo presupuestal importante o proyecto de relumbrón, no deben ir a la competencia. Hacia dentro, el mercado se divide por cárteles. La pasión por el saber toma la forma de pasión territorial. No te metas en mi área. No promuevas proyectos que no te corresponden. El saber se define y se defiende como turf. Por eso, no abundan los proyectos multidisciplinarios. Los avances en las fronteras del saber se prestan a conflictos en las fronteras del poder. A menos que la zona de nadie se instituya como una nueva especialidad, que merece nombre, oficinas, laboratorios, personal y presupuesto propios. Werner Jaeger (Aristóteles) afirmó que las universidades modernas "no pueden ver en Platón a su modelo". La Academia platónica era una especie de comunidad contemplativa, un ideal de vida: la bios theoretikós. Siglos después, el platonismo tomó un giro religioso que influyó en los ideales de las comunidades monásticas, como subraya el mismo Jaeger en Cristianismo primitivo y paideia griega. Harold Cherniss (El enigma de la primera Academia) buscó en las fuentes griegas a qué se dedicaba la Academia de Platón. Rechaza la "conclusión extrema de que la Academia era un culto místico", sostenida por Ernst Howald; así como la hipótesis, sostenida por otros, de que "la Academia estaba constituida legalmente como un thiasos o fraternidad religiosa". Pero confirma la posición de Jaeger. Los universitarios europeos "se han complacido en aplicar a sí mismos y a sus organizaciones" las palabras academia y académico, como si Platón hubiera sido un profesor universitario. Se burla de que los alemanes del siglo XIX creían que la "Academia era una especie de universidad alemana"; un "platonista francés describe la Academia en términos de una universidad francesa"; un inglés dice que se parecía a un college británico, "con su rector, investigadores y becarios". Las burocracias que hoy llamamos universidades necesitan diferenciarse de las otras con las cuales tienen afinidades: la Iglesia, el Estado, las trasnacionales, los grandes sindicatos. Usan el adjetivo académico para adornarse y legitimar sus proyectos, inversiones, actividades, nómina y presupuesto. Significativamente, el Oxford English Dictionary registra la primera aparición del neologismo academia (en inglés, para referirse al mundo universitario) en William H. Whyte, The organization man (1956): "Let's turn now from the corporation to academia". Pero los "organization men" del mundo universitario no fueron los primeros en apropiarse de academia como palabra legitimadora. Academo y Tertuliano son nombres propios de los cuales derivan academia y tertulia. Los personajes, naturalmente, no hicieron la derivación, ni la registraron como propiedad intelectual. Pero Akademeia (a diferencia de tertulia, que siempre ha sido un nombre genérico) sí tuvo propietarios. Cuando murió Platón (347 a.C.), la Academia continuó a cargo de su sobrino Espeusipo, no de Aristóteles, y acabó convertida en una pequeña institución que, con transformaciones, duró casi un milenio: hasta que la cerró Justiniano (529 d.C.). Aristóteles puso academia aparte, pero con otro nombre (Lykeion, Liceo). Respetó el nombre de la Academia como una marca de la competencia, y fundó una institución paralela, también cerrada por el emperador bizantino. La tertulia no es una institución de ese tipo: una persona moral, distinta de sus fundadores. Es una institución social, como el intercambio de regalos, pero no un instituto. Sin embargo, lo que empieza como intercambio de opiniones puede volverse otra cosa. La tertulia de los que discuten ideas se volvió iniciática con los pitagóricos y mercantil con los sofistas, que entrenaban a sus discípulos para hablar bien en público, argumentar y tener éxito en la vida, como hoy las universidades enseñan técnicas avanzadas de administración de credenciales para entrar por arriba al mercado laboral. La tertulia de Sócrates fue contraria al espíritu iniciático y mercantil. La de Platón tuvo algo de iniciática y nada de mercantil. Buscó influir en la vida pública, y resultó influyente, pero es de suponerse que no necesitaba dinero, porque su actividad central era la discusión entre amigos que leían y escribían en su casa y por su cuenta. En cambio, el Liceo era un centro de investigación que reunía y estudiaba materiales documentales, libros, colecciones de plantas y animales. Por ejemplo: obtuvo y comparó las constituciones de 158 ciudades griegas. Esto requería patrocinio, y lo tuvo del general Antípatro, regente de Alejandro (ambos macedonios, como Aristóteles, que fue tutor de Alejandro). Cuando Alejandro sacó a los persas de Egipto, fundó Alejandría (331 a.C.) como capital de un nuevo reino, a cargo de su general Tolomeo y sus descendientes (también macedonios). El proyecto político, urbano, portuario, militar, comercial, era una nueva Atenas, en grande y mejor. Su faro fue una de las siete maravillas del mundo. Bajo los primeros Tolomeos, Alejandría fue la capital comercial e intelectual de su época. La cultura estuvo a cargo de los discípulos de Aristóteles, que se inspiraron en el Liceo y su biblioteca para crear el Museo y una biblioteca como nunca se había visto. El Museo (o casa de las musas) alojaba a los sabios de la casa real, generosamente sostenidos para investigar, escribir y conversar. Los Tolomeos (desde el primero hasta Cleopatra) acudían con frecuencia y participaban en las discusiones y banquetes. El Mouseion no era lo que hoy es un museo, aunque tenía colecciones de objetos, sino una especie de real academia; de igual manera que la biblioteca no era una biblioteca pública, sino la biblioteca de la casa real, con investigadores que reunían, cuidaban y estudiaban libros de todo el mundo, comprados o confiscados. De toda nave llegada a Alejandría, se requisaban los libros, para quedarse con aquellos que no se tenían, y entregar a los dueños una copia o compensación (Mustafá el-Abbadi, La antigua biblioteca de Alejandría). Los primeros monasterios cristianos aparecen en el siglo iii (cuando todavía existen la Academia, el Liceo y el Museo) en Egipto. Pero no en Alejandría, sino en el desierto. Lejos de la urbe, el poder y el lujo; en la extrema independencia, solitaria y austera, de los ermitaños. Sin embargo, los solitarios, buscados como maestros por los que quieren seguir su ejemplo, acaban organizando redes de ermitaños y, finalmente, comunas. Bajo la regla de San Basilio (siglo IV), los monjes se entrenan como cristianos profesionales. Los ideales griegos de perfección (la paideia educativa, la askesis deportiva) se vuelven caminos de perfección evangélica: ascética y mística. La búsqueda monástica recibe el nombre de philosophia (Barbara Cassin, Vocabulaire européen des philosophies). El monasterio transforma el elitismo platónico de la bios theoretikós (la comunidad en busca de la verdad más alta) en elitismo espiritual (la comunidad en busca de la perfección cristiana). Prefigura la Ciudad de Dios, en la que sueñan los cristianos radicales, insatisfechos con la normalización del cristianismo, cuando deja de ser perseguido (313) y hasta se vuelve religión oficial, bajo el emperador Constantino. Con San Benito (siglo VI), los monasterios pasan de la cristiandad oriental a la occidental. Son comunidades contemplativas, más platónicas que aristotélicas. Dan mucha importancia a la lectura, el canto, la liturgia y la vida espiritual. Arraigan en parajes aislados y remotos, donde tienen que producir lo que necesitan, desde alimentos hasta copias de libros. Se vuelven polos de desarrollo agrícola, que acaban enriquecidos, porque consumen poco, trabajan mucho y reciben donaciones y legados de los señores feudales. Se vuelven polos de resistencia cultural, en medio de la barbarie que llega con las invasiones germanas. La nueva paideia se extiende a los simples cristianos. Además de las escuelas internas para los novicios, los monasterios crean escuelas externas (elementales) para la población que empieza a vivir cerca. Esto se imita después en las ciudades, donde los canónigos (eclesiásticos de las catedrales que en parte viven como monjes) crean seminarios diocesanos y luego escuelas adjuntas. Pero las escuelas catedralicias no son elementales. Son, de hecho, el embrión de las universidades. La de Chartres estudia a los griegos (en latín, traducido del árabe), y ya en el siglo XII tiene la conciencia progresista de superarlos: "Somos enanos encaramados en los hombros de gigantes. De esta manera, vemos más y más lejos que ellos" (Bernardo de Chartres). "Nunca encontraremos la verdad, si nos contentamos con lo que ya se ha hallado" (Gilberto de Tournai). "Aprendí de mis maestros árabes a tomar la razón como guía", no las autoridades; pero la gente no quiere "admitir lo que parece proceder de los modernos. De modo que, cuando encuentro una idea personal", se la atribuyo a alguna autoridad, para que me crean (Adelardo de Bath). (Jacques Le Goff, Los intelectuales en la Edad Media.) La rotación de cultivos, las mejoras en los arados y carretas, las herraduras, los molinos de agua y de viento, venían aumentando la productividad en la agricultura y el transporte. Los monasterios y feudos empiezan a tener excedentes comercializables de un nivel hasta entonces desconocido, en cualquier parte del mundo. Esto favoreció el desarrollo de las ciudades como centros de intercambio. (Lynn White, Tecnología medieval y cambio social.) Con las escuelas catedralicias, aparece el mercado educativo: profesores que no viven de la Iglesia, ni de los príncipes, sino que cobran a sus alumnos, como los antiguos sofistas. Primero los estudiantes, luego los maestros y finalmente ambos, se asocian para pagar locales y bedeles, reglamentar la actividad educativa y las pruebas que hay que pasar. La Universidad de Bolonia, la más antigua de Europa (1088), es una cofradía de estudiantes, hijos de familias con dinero, que quieren colocarlos en la Iglesia y la corte. Es decir, los administradores y bedeles estaban subordinados a los estudiantes y profesores, no al revés, como sucede donde mandan los patrocinadores, la administración, los sindicatos. Las universidades no descienden de la tertulia de Platón, sino de los seminarios eclesiásticos y el mercado, próspero en las ciudades medievales del siglo XII. Son cofradías religiosas, como todos los gremios artesanales, comerciales y de servicios que operan en el mercado y lo regulan. Compran y venden servicios educativos, aunque sintiéndose por encima de las otras cofradías. Durante siglos, después de que Justiniano cerró la Academia, el Liceo y otras instituciones no cristianas, no hubo más letrados en Occidente que los monjes y canónigos. Para revestirse de ese prestigio, los cofrades universitarios (que tenían fueros y privilegios eclesiásticos, pero no estaban obligados a hacer votos de pobreza, castidad y obediencia) se tonsuran y se hacen llamar clericus. Esto produce un desplazamiento en el significado de las palabras clerici y laici, que distinguían a los cristianos profesionales (los que hacían votos) de los comunes y corrientes. Con el surgimiento de las universidades, clerici y laici pasan a distinguir entre letrados e iletrados. (Olga Weijers, Terminologie des universités au XIIIe siècle.) En español, laici se desdobla en laicos y legos. En francés, clericus da dos significados de clerc: clérigo y letrado. En el Renacimiento italiano, aparecen los letrados independientes que no se identifican con la universidad, sino con la tertulia de Platón. La toman como modelo institucional. Organizan academias, que llegan a tener más prestigio que las universidades. Tanto, que las universidades se hacen llamar academias. Ya en 1516, según Nebrija (Vocabulario de romance en latín), el centro educativo que en español se llamaba universidad podía llamarse en latín academia; un término que no aparece en la documentación del siglo xiii, según Weijers. ¿Qué había sucedido? Que Marsilio Ficino funda en 1452 la famosa Academia Platónica de Florencia, y la nueva institución entusiasma. El siglo XVI se vuelve "el siglo de las academias": se fundan centenares por todos los países de Europa (Frances A. Yates, Les académies en France au XVIe siècle). Los universitarios no pueden ignorarlo, y, aunque siguen perteneciendo a la institución medieval, se hacen llamar académicos, para adornarse, como antes se adornaron llamándose clérigos. Se ha dicho que, después del apogeo del siglo XIII, las universidades medievales declinan. Jacques Verger (Les universités au Moyen Age) arguye que, más bien, se orientan a "la participación creciente de los universitarios en el desarrollo universal de las burocracias eclesiásticas y laicas". Ya en el siglo XIV, la mitad de los cardenales tenía grados universitarios, sobre todo en derecho. Entre los altos funcionarios de la curia, la proporción era mayor. Después, los universitarios se apoderan, no sólo de la Iglesia, sino del Estado; y, finalmente, de las grandes empresas. El deseo de ascender a la verdad más alta desemboca en ascensos a puestos cada vez más altos. La culminación de este proceso es la universidad millonaria, que no sólo vende las credenciales, identidad y legitimidad que demandan las burocracias y su personal, sino que se vuelve burocracia, y la más legítima de todas, porque es santa: supuestamente dedicada a la bios theoretikós. Disfrazándose de académica, domina el mercado del saber para subir.
Fuente: http://www.letraslibres.com/index.php?art=10889
Universidades platónicas
por Gabriel Zaid
Muchas de las grandes universidades de hoy, parapetadas tras el adjetivo académico, son en realidad aparatos burocráticos a la conquista del mercado. La búsqueda de la verdad se ha convertido en la búsqueda del poder. Gabriel Zaid analiza la historia de ese empobrecimiento.
Los presupuestos multimillonarios que hoy tienen muchas universidades llegaron con una administración cada vez más consciente de las realidades financieras, el mercado, las relaciones públicas y la política. Las consecuencias negativas fueron anticipadas por Thorstein Veblen (The higher learning in America. A memorandum on the conduct of universities by businessmen, 1918) y confirmadas por Derek Bok (Universities in the marketplace. The commercialization of higher education, 2003), después de presidir la Universidad de Harvard. Ambos critican, por ejemplo, el trato especial que reciben los deportistas universitarios, aunque apenas cumplan los requisitos escolares. No son como aquél tan ancho de omóplatos que fue llamado Platón, olvidando su nombre de Aristocles. Porque no se trata del deporte como ejercicio y recreo de los jugadores, en beneficio de su trabajo intelectual (mens sana in corpore sano), sino del espectáculo que exalta la identidad institucional. La euforia que produce un triunfo deportivo provoca llamadas de felicitación a las autoridades universitarias. En algún caso, provocó un homenaje en televisión, donde se examinó la trayectoria curricular del equipo y su figura principal: un dentista que había obtenido su "licenciatura en la universidad y su doctorado en el Real Madrid". ¿Cómo entender el énfasis deportivo? ¿Qué comparte con la enseñanza y la investigación? La sinergia corporativa. Son actividades distintas, pero el negocio es el mismo: la identidad, la marca, la legitimidad, que la institución vende y el mercado está dispuesto a pagar. Hasta los millonarios que no tienen interés en las cuestiones eruditas se identifican con las victorias deportivas de su alma máter, y la patrocinan. Para una trasnacional que patrocina investigaciones, un dictamen científico favorable, o cuando menos no negativo, vale oro. Y también valen mucho en el mercado las credenciales de saber expedidas por la universidad. Hacia fuera, las universidades buscan dominar el mercado, poner sucursales y absorber o controlar instituciones y proyectos que refuercen su prestigio y poder oligopólico. Una gran biblioteca, un canal de televisión, la sede de un acto que salga en los periódicos, cualquier fondo presupuestal importante o proyecto de relumbrón, no deben ir a la competencia. Hacia dentro, el mercado se divide por cárteles. La pasión por el saber toma la forma de pasión territorial. No te metas en mi área. No promuevas proyectos que no te corresponden. El saber se define y se defiende como turf. Por eso, no abundan los proyectos multidisciplinarios. Los avances en las fronteras del saber se prestan a conflictos en las fronteras del poder. A menos que la zona de nadie se instituya como una nueva especialidad, que merece nombre, oficinas, laboratorios, personal y presupuesto propios. Werner Jaeger (Aristóteles) afirmó que las universidades modernas "no pueden ver en Platón a su modelo". La Academia platónica era una especie de comunidad contemplativa, un ideal de vida: la bios theoretikós. Siglos después, el platonismo tomó un giro religioso que influyó en los ideales de las comunidades monásticas, como subraya el mismo Jaeger en Cristianismo primitivo y paideia griega. Harold Cherniss (El enigma de la primera Academia) buscó en las fuentes griegas a qué se dedicaba la Academia de Platón. Rechaza la "conclusión extrema de que la Academia era un culto místico", sostenida por Ernst Howald; así como la hipótesis, sostenida por otros, de que "la Academia estaba constituida legalmente como un thiasos o fraternidad religiosa". Pero confirma la posición de Jaeger. Los universitarios europeos "se han complacido en aplicar a sí mismos y a sus organizaciones" las palabras academia y académico, como si Platón hubiera sido un profesor universitario. Se burla de que los alemanes del siglo XIX creían que la "Academia era una especie de universidad alemana"; un "platonista francés describe la Academia en términos de una universidad francesa"; un inglés dice que se parecía a un college británico, "con su rector, investigadores y becarios". Las burocracias que hoy llamamos universidades necesitan diferenciarse de las otras con las cuales tienen afinidades: la Iglesia, el Estado, las trasnacionales, los grandes sindicatos. Usan el adjetivo académico para adornarse y legitimar sus proyectos, inversiones, actividades, nómina y presupuesto. Significativamente, el Oxford English Dictionary registra la primera aparición del neologismo academia (en inglés, para referirse al mundo universitario) en William H. Whyte, The organization man (1956): "Let's turn now from the corporation to academia". Pero los "organization men" del mundo universitario no fueron los primeros en apropiarse de academia como palabra legitimadora. Academo y Tertuliano son nombres propios de los cuales derivan academia y tertulia. Los personajes, naturalmente, no hicieron la derivación, ni la registraron como propiedad intelectual. Pero Akademeia (a diferencia de tertulia, que siempre ha sido un nombre genérico) sí tuvo propietarios. Cuando murió Platón (347 a.C.), la Academia continuó a cargo de su sobrino Espeusipo, no de Aristóteles, y acabó convertida en una pequeña institución que, con transformaciones, duró casi un milenio: hasta que la cerró Justiniano (529 d.C.). Aristóteles puso academia aparte, pero con otro nombre (Lykeion, Liceo). Respetó el nombre de la Academia como una marca de la competencia, y fundó una institución paralela, también cerrada por el emperador bizantino. La tertulia no es una institución de ese tipo: una persona moral, distinta de sus fundadores. Es una institución social, como el intercambio de regalos, pero no un instituto. Sin embargo, lo que empieza como intercambio de opiniones puede volverse otra cosa. La tertulia de los que discuten ideas se volvió iniciática con los pitagóricos y mercantil con los sofistas, que entrenaban a sus discípulos para hablar bien en público, argumentar y tener éxito en la vida, como hoy las universidades enseñan técnicas avanzadas de administración de credenciales para entrar por arriba al mercado laboral. La tertulia de Sócrates fue contraria al espíritu iniciático y mercantil. La de Platón tuvo algo de iniciática y nada de mercantil. Buscó influir en la vida pública, y resultó influyente, pero es de suponerse que no necesitaba dinero, porque su actividad central era la discusión entre amigos que leían y escribían en su casa y por su cuenta. En cambio, el Liceo era un centro de investigación que reunía y estudiaba materiales documentales, libros, colecciones de plantas y animales. Por ejemplo: obtuvo y comparó las constituciones de 158 ciudades griegas. Esto requería patrocinio, y lo tuvo del general Antípatro, regente de Alejandro (ambos macedonios, como Aristóteles, que fue tutor de Alejandro). Cuando Alejandro sacó a los persas de Egipto, fundó Alejandría (331 a.C.) como capital de un nuevo reino, a cargo de su general Tolomeo y sus descendientes (también macedonios). El proyecto político, urbano, portuario, militar, comercial, era una nueva Atenas, en grande y mejor. Su faro fue una de las siete maravillas del mundo. Bajo los primeros Tolomeos, Alejandría fue la capital comercial e intelectual de su época. La cultura estuvo a cargo de los discípulos de Aristóteles, que se inspiraron en el Liceo y su biblioteca para crear el Museo y una biblioteca como nunca se había visto. El Museo (o casa de las musas) alojaba a los sabios de la casa real, generosamente sostenidos para investigar, escribir y conversar. Los Tolomeos (desde el primero hasta Cleopatra) acudían con frecuencia y participaban en las discusiones y banquetes. El Mouseion no era lo que hoy es un museo, aunque tenía colecciones de objetos, sino una especie de real academia; de igual manera que la biblioteca no era una biblioteca pública, sino la biblioteca de la casa real, con investigadores que reunían, cuidaban y estudiaban libros de todo el mundo, comprados o confiscados. De toda nave llegada a Alejandría, se requisaban los libros, para quedarse con aquellos que no se tenían, y entregar a los dueños una copia o compensación (Mustafá el-Abbadi, La antigua biblioteca de Alejandría). Los primeros monasterios cristianos aparecen en el siglo iii (cuando todavía existen la Academia, el Liceo y el Museo) en Egipto. Pero no en Alejandría, sino en el desierto. Lejos de la urbe, el poder y el lujo; en la extrema independencia, solitaria y austera, de los ermitaños. Sin embargo, los solitarios, buscados como maestros por los que quieren seguir su ejemplo, acaban organizando redes de ermitaños y, finalmente, comunas. Bajo la regla de San Basilio (siglo IV), los monjes se entrenan como cristianos profesionales. Los ideales griegos de perfección (la paideia educativa, la askesis deportiva) se vuelven caminos de perfección evangélica: ascética y mística. La búsqueda monástica recibe el nombre de philosophia (Barbara Cassin, Vocabulaire européen des philosophies). El monasterio transforma el elitismo platónico de la bios theoretikós (la comunidad en busca de la verdad más alta) en elitismo espiritual (la comunidad en busca de la perfección cristiana). Prefigura la Ciudad de Dios, en la que sueñan los cristianos radicales, insatisfechos con la normalización del cristianismo, cuando deja de ser perseguido (313) y hasta se vuelve religión oficial, bajo el emperador Constantino. Con San Benito (siglo VI), los monasterios pasan de la cristiandad oriental a la occidental. Son comunidades contemplativas, más platónicas que aristotélicas. Dan mucha importancia a la lectura, el canto, la liturgia y la vida espiritual. Arraigan en parajes aislados y remotos, donde tienen que producir lo que necesitan, desde alimentos hasta copias de libros. Se vuelven polos de desarrollo agrícola, que acaban enriquecidos, porque consumen poco, trabajan mucho y reciben donaciones y legados de los señores feudales. Se vuelven polos de resistencia cultural, en medio de la barbarie que llega con las invasiones germanas. La nueva paideia se extiende a los simples cristianos. Además de las escuelas internas para los novicios, los monasterios crean escuelas externas (elementales) para la población que empieza a vivir cerca. Esto se imita después en las ciudades, donde los canónigos (eclesiásticos de las catedrales que en parte viven como monjes) crean seminarios diocesanos y luego escuelas adjuntas. Pero las escuelas catedralicias no son elementales. Son, de hecho, el embrión de las universidades. La de Chartres estudia a los griegos (en latín, traducido del árabe), y ya en el siglo XII tiene la conciencia progresista de superarlos: "Somos enanos encaramados en los hombros de gigantes. De esta manera, vemos más y más lejos que ellos" (Bernardo de Chartres). "Nunca encontraremos la verdad, si nos contentamos con lo que ya se ha hallado" (Gilberto de Tournai). "Aprendí de mis maestros árabes a tomar la razón como guía", no las autoridades; pero la gente no quiere "admitir lo que parece proceder de los modernos. De modo que, cuando encuentro una idea personal", se la atribuyo a alguna autoridad, para que me crean (Adelardo de Bath). (Jacques Le Goff, Los intelectuales en la Edad Media.) La rotación de cultivos, las mejoras en los arados y carretas, las herraduras, los molinos de agua y de viento, venían aumentando la productividad en la agricultura y el transporte. Los monasterios y feudos empiezan a tener excedentes comercializables de un nivel hasta entonces desconocido, en cualquier parte del mundo. Esto favoreció el desarrollo de las ciudades como centros de intercambio. (Lynn White, Tecnología medieval y cambio social.) Con las escuelas catedralicias, aparece el mercado educativo: profesores que no viven de la Iglesia, ni de los príncipes, sino que cobran a sus alumnos, como los antiguos sofistas. Primero los estudiantes, luego los maestros y finalmente ambos, se asocian para pagar locales y bedeles, reglamentar la actividad educativa y las pruebas que hay que pasar. La Universidad de Bolonia, la más antigua de Europa (1088), es una cofradía de estudiantes, hijos de familias con dinero, que quieren colocarlos en la Iglesia y la corte. Es decir, los administradores y bedeles estaban subordinados a los estudiantes y profesores, no al revés, como sucede donde mandan los patrocinadores, la administración, los sindicatos. Las universidades no descienden de la tertulia de Platón, sino de los seminarios eclesiásticos y el mercado, próspero en las ciudades medievales del siglo XII. Son cofradías religiosas, como todos los gremios artesanales, comerciales y de servicios que operan en el mercado y lo regulan. Compran y venden servicios educativos, aunque sintiéndose por encima de las otras cofradías. Durante siglos, después de que Justiniano cerró la Academia, el Liceo y otras instituciones no cristianas, no hubo más letrados en Occidente que los monjes y canónigos. Para revestirse de ese prestigio, los cofrades universitarios (que tenían fueros y privilegios eclesiásticos, pero no estaban obligados a hacer votos de pobreza, castidad y obediencia) se tonsuran y se hacen llamar clericus. Esto produce un desplazamiento en el significado de las palabras clerici y laici, que distinguían a los cristianos profesionales (los que hacían votos) de los comunes y corrientes. Con el surgimiento de las universidades, clerici y laici pasan a distinguir entre letrados e iletrados. (Olga Weijers, Terminologie des universités au XIIIe siècle.) En español, laici se desdobla en laicos y legos. En francés, clericus da dos significados de clerc: clérigo y letrado. En el Renacimiento italiano, aparecen los letrados independientes que no se identifican con la universidad, sino con la tertulia de Platón. La toman como modelo institucional. Organizan academias, que llegan a tener más prestigio que las universidades. Tanto, que las universidades se hacen llamar academias. Ya en 1516, según Nebrija (Vocabulario de romance en latín), el centro educativo que en español se llamaba universidad podía llamarse en latín academia; un término que no aparece en la documentación del siglo xiii, según Weijers. ¿Qué había sucedido? Que Marsilio Ficino funda en 1452 la famosa Academia Platónica de Florencia, y la nueva institución entusiasma. El siglo XVI se vuelve "el siglo de las academias": se fundan centenares por todos los países de Europa (Frances A. Yates, Les académies en France au XVIe siècle). Los universitarios no pueden ignorarlo, y, aunque siguen perteneciendo a la institución medieval, se hacen llamar académicos, para adornarse, como antes se adornaron llamándose clérigos. Se ha dicho que, después del apogeo del siglo XIII, las universidades medievales declinan. Jacques Verger (Les universités au Moyen Age) arguye que, más bien, se orientan a "la participación creciente de los universitarios en el desarrollo universal de las burocracias eclesiásticas y laicas". Ya en el siglo XIV, la mitad de los cardenales tenía grados universitarios, sobre todo en derecho. Entre los altos funcionarios de la curia, la proporción era mayor. Después, los universitarios se apoderan, no sólo de la Iglesia, sino del Estado; y, finalmente, de las grandes empresas. El deseo de ascender a la verdad más alta desemboca en ascensos a puestos cada vez más altos. La culminación de este proceso es la universidad millonaria, que no sólo vende las credenciales, identidad y legitimidad que demandan las burocracias y su personal, sino que se vuelve burocracia, y la más legítima de todas, porque es santa: supuestamente dedicada a la bios theoretikós. Disfrazándose de académica, domina el mercado del saber para subir.
Fuente: http://www.letraslibres.com/index.php?art=10889
martes, 28 de abril de 2009
Documento de la comunidad filosófica entregado a las autoridades de la SEP
martes 28 de abril de 2009
DOCUMENTO ENTREGADO AL SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA EL DÍA 28 DE ABRIL DE 2009 DURANTE LA ENTREVISTA CON MIEMBROS DEL OBSERVATORIO FILOSÓFICO
DOCUMENTO ENTREGADO AL SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA, MIGUEL SZÉKELY PARDO, EL DÍA 28 DE ABRIL DE 2009 DURANTE LA ENTREVISTA CON MIEMBROS DEL OBSERVATORIO FILOSÓFICO Y LA COMUNIDAD ACADÉMICA DE FILOSOFÍA.
México, D.F. 28 de abril de 2009
C. Lic. Felipe Calderón Hinojosa
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Dr. Alonso Lujambio Irazábal
Secretario de Educación Pública
Dr. Miguel Székely Pardo
Subsecretario de Educación Media Superior de la
Secretaría de Educación Pública
P r e s e n t e
En los dos desplegados que hemos publicado: el primero el día 30 de marzo en la página web del “Observatorio filosófico de México” y el segundo el día 27 de abril en el periódico La Jornada así como en la carta enviada a usted el día 23 de abril de 2009, hemos argumentado en torno a la necesidad de que la Reforma Integral de Educación Media Superior (RIEMS) que está llevando a cabo la SEP, le otorgue a la Filosofía el lugar que merece como un saber que tiene tres mil años de existencia.
Por tal motivo proponemos:
PRIMERO: Que se agregue el campo disciplinar de Humanidades a los mencionados en el acuerdo 444 del 21 de Octubre de 2008, capítulo III, artículo 7.
SEGUNDO: Que se incluya en dicho campo disciplinar la Filosofía y las competencias disciplinares básicas correspondientes. Estas competencias podrán desarrollarse mediante asignaturas tales como Lógica, Ética, Introducción a la Filosofía, Estética, Filosofía Mexicana, Filosofía Política.
TERCERO: Que se formule un nuevo acuerdo en el que se incluyan los dos puntos anteriores y se publique en el Diario Oficial de la Federación.
En espera de su pronta respuesta, lo saludamos atentamente.
Atentamente,
Observatorio Filosófico de México:
Dr. Raymundo Morado. Presidente de la Asociación Filosófica de México, A.C.
Lic. Juan Carlos Ayala, Presidente del Círculo Mexicano de Profesores de Filosofía
Dr. Guillermo Hurtado Pérez, Director del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM
Mtro. Ausencio Pérez Olvera, Presidente de Ixtli. Asociación Mexicana de Profesores de Filosofía de Educación Media Superior
Mtro. Gabriel Vargas Lozano, Coordinador del Observatorio Filosófico de México y ex Presidente de la Asociación Filosófica de México, A.C.
Dr. José Alfredo Torres, Vocero del Observatorio Filosófico de México, Colegio de Bachilleres y UNAM
Miembros del Observatorio Filosófico de México.
Dr. Ángel Alonso Salas (FES Acatlán y CCH Vallejo – UNAM),
Mtro. Dante Bello Martínez (CCH Sur – UNAM),
Loc. Victoria Carrasco (Comunicóloga),
Lic. Francisco Javier Concha Leal (Colegio de Bachilleres),
Mtra. Shirley Florencia de la Campa (IEMS),
Lic. Lucio Sergio Flores Andrade (CCH Oriente – UNAM),
Lic. Virginia Sánchez Rivera (CCH Vallejo – UNAM),
Mtro. Eduardo Sarmiento (Posgrado de Filosofía Política de la UAM-I),
Dra. Carmen Trueba Atienza (Departamento de Filosofía de la UAM-I).
Fuente: Observatorio Filosófico de México
DOCUMENTO ENTREGADO AL SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA EL DÍA 28 DE ABRIL DE 2009 DURANTE LA ENTREVISTA CON MIEMBROS DEL OBSERVATORIO FILOSÓFICO
DOCUMENTO ENTREGADO AL SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA, MIGUEL SZÉKELY PARDO, EL DÍA 28 DE ABRIL DE 2009 DURANTE LA ENTREVISTA CON MIEMBROS DEL OBSERVATORIO FILOSÓFICO Y LA COMUNIDAD ACADÉMICA DE FILOSOFÍA.
México, D.F. 28 de abril de 2009
C. Lic. Felipe Calderón Hinojosa
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Dr. Alonso Lujambio Irazábal
Secretario de Educación Pública
Dr. Miguel Székely Pardo
Subsecretario de Educación Media Superior de la
Secretaría de Educación Pública
P r e s e n t e
En los dos desplegados que hemos publicado: el primero el día 30 de marzo en la página web del “Observatorio filosófico de México” y el segundo el día 27 de abril en el periódico La Jornada así como en la carta enviada a usted el día 23 de abril de 2009, hemos argumentado en torno a la necesidad de que la Reforma Integral de Educación Media Superior (RIEMS) que está llevando a cabo la SEP, le otorgue a la Filosofía el lugar que merece como un saber que tiene tres mil años de existencia.
Por tal motivo proponemos:
PRIMERO: Que se agregue el campo disciplinar de Humanidades a los mencionados en el acuerdo 444 del 21 de Octubre de 2008, capítulo III, artículo 7.
SEGUNDO: Que se incluya en dicho campo disciplinar la Filosofía y las competencias disciplinares básicas correspondientes. Estas competencias podrán desarrollarse mediante asignaturas tales como Lógica, Ética, Introducción a la Filosofía, Estética, Filosofía Mexicana, Filosofía Política.
TERCERO: Que se formule un nuevo acuerdo en el que se incluyan los dos puntos anteriores y se publique en el Diario Oficial de la Federación.
En espera de su pronta respuesta, lo saludamos atentamente.
Atentamente,
Observatorio Filosófico de México:
Dr. Raymundo Morado. Presidente de la Asociación Filosófica de México, A.C.
Lic. Juan Carlos Ayala, Presidente del Círculo Mexicano de Profesores de Filosofía
Dr. Guillermo Hurtado Pérez, Director del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM
Mtro. Ausencio Pérez Olvera, Presidente de Ixtli. Asociación Mexicana de Profesores de Filosofía de Educación Media Superior
Mtro. Gabriel Vargas Lozano, Coordinador del Observatorio Filosófico de México y ex Presidente de la Asociación Filosófica de México, A.C.
Dr. José Alfredo Torres, Vocero del Observatorio Filosófico de México, Colegio de Bachilleres y UNAM
Miembros del Observatorio Filosófico de México.
Dr. Ángel Alonso Salas (FES Acatlán y CCH Vallejo – UNAM),
Mtro. Dante Bello Martínez (CCH Sur – UNAM),
Loc. Victoria Carrasco (Comunicóloga),
Lic. Francisco Javier Concha Leal (Colegio de Bachilleres),
Mtra. Shirley Florencia de la Campa (IEMS),
Lic. Lucio Sergio Flores Andrade (CCH Oriente – UNAM),
Lic. Virginia Sánchez Rivera (CCH Vallejo – UNAM),
Mtro. Eduardo Sarmiento (Posgrado de Filosofía Política de la UAM-I),
Dra. Carmen Trueba Atienza (Departamento de Filosofía de la UAM-I).
Fuente: Observatorio Filosófico de México
Diputados del PRD proponen reponer las materias filosóficas en el bachillerato
El gobierno federal privilegia la formación de empleados autómatas y no reflexivos, afirman
Diputados del PRD propondrán reponer asignaturas de lógica y estética en planes de estudio de preparatoria
Enrique Méndez
El grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados presentará un punto de acuerdo para exhortar al gobierno de Felipe Calderón Hinojosa a volver a incluir las asignaturas de lógica, estética y filosofía en el nivel medio superior, que han sido suprimidas del plan de estudios.
El diputado Alfonso Suárez del Real aseguró que la política educativa del gobierno federal privilegia el desarrollo de facultades mecánicas y deja de lado la formación humanística.
“Esta situación no es gratuita, responde al interés del gobierno de Estados Unidos de proveerse de trabajadores formados, sin costo para su erario, capaces de responder a los retos tecnológicos que enfrenta. Es por ello que la formación reflexiva, crítica, humanística, ha sido cada vez más castigada en el sistema educativo nacional”, señaló en el documento que se presentará en la sesión de hoy.
La reforma educativa en el nivel medio superior impulsada por el gobierno del Partido Accón Nacional, que promueve la eliminación de materias humanísticas, estrecha dramáticamente la formación de millones de mexicanos, y perfila una educación “como herramienta para formar técnicos o empleados autómatas y no ciudadanos reflexivos, científicos o investigadores”, agregó.
Al eliminar materias que son, por excelencia, en las que se aprende el valor del pensamiento, del conocimiento y de los valores éticos y estéticos, afirmó, se frenará el proceso de formación de las capacidades de reflexión de los individuos.
El legislador del sol azteca manifestó que además esa reforma contradice las necesidades del país en este siglo y está en discordancia con los cambios educativos que se llevan a cabo en el mundo. “Política y cívicamente, el nuevo siglo demanda de una sociedad participativa y reflexiva, capaz de emprender el avance de la democracia, que entienda y se interese por los asuntos públicos y sepa analizar críticamente las opciones y alternativas políticas”, sostuvo.
Para México, dijo, cuya historia es particularmente compleja, es necesario que no se marginen de sus planes de estudio la historia de las ideas de los filósofos mexicanos que han contribuido a que los jóvenes entiendan la sinuosa construcción de la soberanía nacional, de las instituciones, la sociedad y su identidad, así como su cultura.
Fuente: La Jornada (28 de Abril de 2009)
Diputados del PRD propondrán reponer asignaturas de lógica y estética en planes de estudio de preparatoria
Enrique Méndez
El grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados presentará un punto de acuerdo para exhortar al gobierno de Felipe Calderón Hinojosa a volver a incluir las asignaturas de lógica, estética y filosofía en el nivel medio superior, que han sido suprimidas del plan de estudios.
El diputado Alfonso Suárez del Real aseguró que la política educativa del gobierno federal privilegia el desarrollo de facultades mecánicas y deja de lado la formación humanística.
“Esta situación no es gratuita, responde al interés del gobierno de Estados Unidos de proveerse de trabajadores formados, sin costo para su erario, capaces de responder a los retos tecnológicos que enfrenta. Es por ello que la formación reflexiva, crítica, humanística, ha sido cada vez más castigada en el sistema educativo nacional”, señaló en el documento que se presentará en la sesión de hoy.
La reforma educativa en el nivel medio superior impulsada por el gobierno del Partido Accón Nacional, que promueve la eliminación de materias humanísticas, estrecha dramáticamente la formación de millones de mexicanos, y perfila una educación “como herramienta para formar técnicos o empleados autómatas y no ciudadanos reflexivos, científicos o investigadores”, agregó.
Al eliminar materias que son, por excelencia, en las que se aprende el valor del pensamiento, del conocimiento y de los valores éticos y estéticos, afirmó, se frenará el proceso de formación de las capacidades de reflexión de los individuos.
El legislador del sol azteca manifestó que además esa reforma contradice las necesidades del país en este siglo y está en discordancia con los cambios educativos que se llevan a cabo en el mundo. “Política y cívicamente, el nuevo siglo demanda de una sociedad participativa y reflexiva, capaz de emprender el avance de la democracia, que entienda y se interese por los asuntos públicos y sepa analizar críticamente las opciones y alternativas políticas”, sostuvo.
Para México, dijo, cuya historia es particularmente compleja, es necesario que no se marginen de sus planes de estudio la historia de las ideas de los filósofos mexicanos que han contribuido a que los jóvenes entiendan la sinuosa construcción de la soberanía nacional, de las instituciones, la sociedad y su identidad, así como su cultura.
Fuente: La Jornada (28 de Abril de 2009)
Académicos demandan preservar disciplinas filosóficas en el bachillerato
Error, desproteger a la sociedad al suprimir la formación humanística, dicen en carta a Székely
Académicos demandan preservar disciplinas filosóficas en escuelas
La SEP debería incluirlas como obligatorias en programas de bachillerato nacionales, afirman
Karina Avilés
En una carta enviada al subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Székely, integrantes de la comunidad filosófica y académica del país, entre ellos Pablo González Casanova, Adolfo Sánchez Vázquez y Luis Villoro, expresaron que “des- de la República Restaurada hasta la actualidad, la filosofía ha sido uno de los principios rectores de los planes de estudio del bachillerato; sin embargo, hoy, por primera vez, en forma inconsulta e injustificada se decide eliminar las materias filosóficas” de la reforma educativa a nivel preparatoria.
Luego de destacar que los rasgos generales de la llamada Reforma Integral de Educación Media Superior (RIES) se fundamentan en indicadores de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de los acuerdos de Bolonia para la Unión Europea, subrayan que México debe hacer su propia transformación, después de un debate donde “aflore el tipo de país que deseamos construir, partiendo de las características propias como nación”.
En la misiva enviada al subsecretario Székely el pasado 23 de abril, avalada por representantes de asociaciones, universidades, centros, seminarios y destacados académicos como Juliana González Valenzuela, Octavio Rodríguez Araujo, Enrique Dussel, entre muchos otros, señalan que el gobierno mexicano no puede ir en contra de los principios y orientaciones de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), los cuales impulsan la enseñanza de la filosofía no solamente en el nivel medio, sino en todos los ámbitos de la sociedad.
Sostienen que en contra de la tradición histórica y fructífera del México moderno y de las recomendaciones de la UNESCO, la RIES “impulsa la desaparición paulatina de la filosofía” y contribuye a su desaparición en las universidades.
Enfatizan que no debe abandonarse la formación humanística y filosófica del joven bachiller en un país donde los problemas sociales, económicos, políticos, culturales, ecológicos, están a la orden del día.
“No debe desprotegerse a la sociedad suprimiendo la reflexión filosófica y humanística en un nivel educativo formado por millones de jóvenes mexicanos de entre 15 y 18 años de edad, a punto de ser ciudadanos votantes, a punto de emprender una profesión…”
Y advierten que de continuar con la eliminación de disciplinas filosóficas –lo cual ha sido una tendencia en las últimas dos décadas–, “esta reforma estaría atentando contra una educación que ponga como centro la humanización de los seres humanos” en un mundo que ha propiciado enormes desigualdades, destrucción de los sistemas ecológicos, automatización, problemas en bioética, crisis de los valores y un complejo tránsito hacia una nueva democracia.
Por lo anterior, se pronunciaron “enérgicamente” en contra del desplazamiento y la desaparición de las disciplinas filosóficas” y reiteraron su exigencia a la Secretaría de Educación Pública de que las incluya como disciplinas básicas y obligatorias en los planes y programas de estudio de nivel medio superior en todo el país.
Fuente: La Jornada (28 de Abril de 2009)
Académicos demandan preservar disciplinas filosóficas en escuelas
La SEP debería incluirlas como obligatorias en programas de bachillerato nacionales, afirman
Karina Avilés
En una carta enviada al subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Székely, integrantes de la comunidad filosófica y académica del país, entre ellos Pablo González Casanova, Adolfo Sánchez Vázquez y Luis Villoro, expresaron que “des- de la República Restaurada hasta la actualidad, la filosofía ha sido uno de los principios rectores de los planes de estudio del bachillerato; sin embargo, hoy, por primera vez, en forma inconsulta e injustificada se decide eliminar las materias filosóficas” de la reforma educativa a nivel preparatoria.
Luego de destacar que los rasgos generales de la llamada Reforma Integral de Educación Media Superior (RIES) se fundamentan en indicadores de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de los acuerdos de Bolonia para la Unión Europea, subrayan que México debe hacer su propia transformación, después de un debate donde “aflore el tipo de país que deseamos construir, partiendo de las características propias como nación”.
En la misiva enviada al subsecretario Székely el pasado 23 de abril, avalada por representantes de asociaciones, universidades, centros, seminarios y destacados académicos como Juliana González Valenzuela, Octavio Rodríguez Araujo, Enrique Dussel, entre muchos otros, señalan que el gobierno mexicano no puede ir en contra de los principios y orientaciones de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), los cuales impulsan la enseñanza de la filosofía no solamente en el nivel medio, sino en todos los ámbitos de la sociedad.
Sostienen que en contra de la tradición histórica y fructífera del México moderno y de las recomendaciones de la UNESCO, la RIES “impulsa la desaparición paulatina de la filosofía” y contribuye a su desaparición en las universidades.
Enfatizan que no debe abandonarse la formación humanística y filosófica del joven bachiller en un país donde los problemas sociales, económicos, políticos, culturales, ecológicos, están a la orden del día.
“No debe desprotegerse a la sociedad suprimiendo la reflexión filosófica y humanística en un nivel educativo formado por millones de jóvenes mexicanos de entre 15 y 18 años de edad, a punto de ser ciudadanos votantes, a punto de emprender una profesión…”
Y advierten que de continuar con la eliminación de disciplinas filosóficas –lo cual ha sido una tendencia en las últimas dos décadas–, “esta reforma estaría atentando contra una educación que ponga como centro la humanización de los seres humanos” en un mundo que ha propiciado enormes desigualdades, destrucción de los sistemas ecológicos, automatización, problemas en bioética, crisis de los valores y un complejo tránsito hacia una nueva democracia.
Por lo anterior, se pronunciaron “enérgicamente” en contra del desplazamiento y la desaparición de las disciplinas filosóficas” y reiteraron su exigencia a la Secretaría de Educación Pública de que las incluya como disciplinas básicas y obligatorias en los planes y programas de estudio de nivel medio superior en todo el país.
Fuente: La Jornada (28 de Abril de 2009)
Petición de entrevista al Secretario de Educación
Jueves 23 de abril de 2009
Petición de entrevista con el Secretario de Educación
C. Secretario de Educación Pública
Mtro. Alonso Lujambio Irazábal.
C. Subsecretario de Educación Media Superior.
C. Dr. Miguel Székely Pardo.
P r e s e n t e
La comunidad filosófica nacional conformada por profesores, investigadores, miembros de diversas asociaciones e institutos de enseñanza e investigación, manifiesta su inconformidad debido a la inminente desaparición de las materias de filosofía en los planes de estudio en el Nivel Medio Superior.
Esta situación deriva de que la actual Reforma, llevada a cabo por la Secretaría de Educación Pública en el bachillerato, no considera a las humanidades como un Campo Disciplinar dentro del Marco Curricular Común, en el mismo rango de los otros campos disciplinares: Matemáticas, Ciencias Experimentales, Ciencias Sociales y Comunicación. Las humanidades, en el Marco Curricular Común, desaparecen; no se incluye la enseñanza de la lógica, la ética, la filosofía mexicana, las doctrinas filosóficas ni la epistemología en el diseño de las Disciplinas Básicas definidas para la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), como puede constatarse en el Diario Oficial de la Federación, Acuerdo 444, de fecha 21 de octubre de 2008.
Los rasgos generales de esta Reforma se fundamentan en indicadores de la OCDE y de los acuerdos de Bolonia para la Unión Europea, pero en México debemos hacer nuestra propia Reforma después de un debate en donde aflore el tipo de país que deseamos construir, partiendo de las características propias como Nación. El gobierno mexicano tampoco puede ir en contra de los principios y orientaciones de la UNESCO, los cuales impulsan la enseñanza de la filosofía no sólo en el nivel medio sino en todos los ámbitos de la sociedad. La UNESCO, de la cual forma parte activa nuestro país, ha expuesto en sus documentos que la filosofía contribuye a la formación de la ciudadanía, del multiculturalismo, del pensamiento crítico y de la democracia, objetivos que son pretendidos por la RIEMS a partir de desarrollar “Competencias Genéricas”, para las cuales la filosofía es fundamental. Algunas de estas competencias son las siguientes:
[El estudiante ]“se conoce y valora a sí mismo y aborda problemas y retos teniendo en cuenta los objetivos que persigue; enfrenta las dificultades que se le presentan y es consciente de sus valores, fortalezas y debilidades; elige alternativas y cursos de acción con base en criterios sustentados y en el marco de un proyecto de vida; analiza críticamente los factores que influyen en su toma de decisiones; asume las consecuencias de sus comportamientos y decisiones (…); escucha, interpreta y emite mensajes pertinentes en distintos contextos mediante la utilización de medios, códigos y herramientas apropiados; aplica distintas estrategias comunicativas según quienes sean sus interlocutores, el contexto en el que se encuentra y los objetivos que persigue; identifica las ideas claves de un texto o discurso oral e infiere conclusiones a partir de ellas; sustenta una postura personal sobre temas de interés y relevancia general, considerando otros puntos de vista de manera crítica y reflexiva; elige fuentes de información más relevantes para un propósito específico y discrimina entre ellas de acuerdo a su relevancia y confiabilidad; evalúa argumentos y opiniones e identifica prejuicios y falacias; reconoce los propios prejuicios, modifica sus puntos de vista al conocer nuevas evidencias e integra nuevos conocimientos y perspectivas al acervo con el que cuenta; estructura ideas y argumentos de manera clara, coherente y sintética.”
Es curioso: a ninguna de las competencias anteriores se les llama “filosóficas”, aunque todas lo son y, por tanto, la enseñanza de la filosofía las ampliaría y profundizaría con mayor y mejor sustento.
Durante siglos la filosofía ha estado presente en el desarrollo de las grandes culturas, en la emancipación y el progreso humano. En el paso del mito a la racionalidad en la Antigua Grecia; en los grandes paradigmas religiosos, políticos y culturales de la Edad Media; en la emancipación del hombre a partir del Renacimiento; en la cimentación de la ciencia moderna y en los grandes cambios políticos a nivel mundial, fruto de la Ilustración. México no es excepción: detrás de la Independencia estuvo el pensamiento ilustrado de Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón; enfrentando al régimen opresor de Santa Anna e impulsando la Republica Juarista, estuvieron los liberales y positivistas como Gabino Barreda y Melchor Ocampo; también destacaron aquellos impulsores de grandes acontecimientos políticos, culturales y sociales, antes, durante y después de la Revolución Mexicana (Justo Sierra, Ezequiel A. Chávez, Antonio Caso y José Vasconcelos, Samuel Ramos y Francisco Larroyo, entre otros). Todos contribuyeron a forjar en México una sociedad más justa, libre e igualitaria en tiempos difíciles.
Importa resaltar que, desde la República Restaurada hasta la actualidad, la filosofía ha sido uno de los principios rectores de los planes de estudio del Bachillerato, sin embargo, hoy, por primera vez, en forma inconsulta e injustificada, se decide eliminar las materias filosóficas, empezando por la lógica, la cual desde Gabino Barreda, cumplía la función de proporcionar al estudiante los elementos para la generación de un pensamiento correcto. De igual forma, puede demostrarse la importancia y necesidad de asignaturas como la ética, la estética, la teoría del conocimiento, la filosofía política y la historia de la filosofía que han sido parte fundamental de la formación estudiantil, permitiendo el mejor desempeño de actividades esenciales para el progreso social.
En contra de la tradición histórica fructífera del México moderno y de lo recomendado por la UNESCO, la actual reforma educativa impulsa la desaparición paulatina de la filosofía (determinante y sustancial en la Educación Media Superior); también con esta medida, contribuye a su desaparición en las Universidades. La tendencia se ha expresado bajo distintos signos en las últimas dos décadas: se han hecho intentos de desaparecer las carreras de Filosofía en algunas Universidades del país, de reducir y eliminar materias filosóficas en los planes de estudio de distintas instituciones de Nivel Medio Superior; se han hecho intentos de reducir horas para la enseñanza de estas materias. La sustitución de las disciplinas filosóficas por otras afines como “construcción ciudadana”, “formación ciudadana y ética” o “Argumentación filosófica”, que se iniciarán a partir de agosto de este año, implican un real desplazamiento del filósofo y de la filosofía en la educación nacional.
No debe abandonarse la formación humanística y filosófica del joven bachiller en un país donde los problemas sociales, económicos, políticos, culturales, ecológicos, etc. están a la orden del día. No debe fomentarse una sociedad carente de valores éticos, reflexión crítica, análisis lógico; carente de conciencia del sentido de su propia vida y su entorno, que hace análisis respecto de la ciencia y la tecnología modernas, que analiza su participación política con responsabilidad. No debe desprotegerse a la sociedad suprimiendo la reflexión filosófica y humanística en un nivel educativo conformado por millones de jóvenes mexicanos entre 15 y 18 años, a punto de ser ciudadanos votantes, a punto de emprender una profesión, o a la mayoría que concluye sus estudios en el bachillerato por motivos diversos, insertándose en el mercado laboral o la responsabilidad familiar; o a muchos otros que están expuestos por su edad o por su condición familiar y social, a caer en actividades ilícitas o en adicciones.
Las diversas disciplinas filosóficas (como la lógica, la ética, la estética, la filosofía mexicana, la filosofía política y la epistemología) permitirán a los egresados constituirse en ciudadanos autónomos, libres, reflexivos sobre su problemática y responsables en la toma de decisiones; les brindarán elementos para desempeñarse de mejor forma en cualquier actividad, laboral, profesional, social, etc., contrarrestando la apatía, la indiferencia, la corrupción, la enajenación, la explotación y la ignorancia. Además les inculcarán la tolerancia intercultural, los medios para la conformación de un pensamiento claro sobre su propio potencial y sus límites; promoverán el respeto y la tolerancia hacia las opiniones de los otros; educarán en la paz y los valores democráticos; justificarán opiniones en forma argumentada; consolidarán el conocimiento y el buen juicio. Debido crisis de valores que afecta de manera especial a la juventud, se requieren individuos que sustenten la vida en principios para poder resolver la conflictividad social. Todo lo anterior bastaría para demostrar la importancia y necesidad de la filosofía como parte de la educación.
De continuar eliminando disciplinas filosóficas, esta Reforma estaría atentando contra una educación que ponga como centro la humanización de los seres humanos (en un mundo propiciador de enormes desigualdades, destrucción de los sistemas ecológicos, automatización, problemas en bioética, crisis de los valores y un complejo tránsito hacia una nueva democracia). La filosofía es más necesaria que nunca para ofrecer a la juventud lo básico para una vida más digna y más humana.
Por lo asentado, la comunidad filosófica de México se pronuncia enérgicamente en contra del desplazamiento y la desaparición de las disciplinas filosóficas, y solicita a la SEP que las incluya como tales, como disciplinas básicas y obligatorias en los planes y programas de estudio del Nivel Medio Superior en todo el país. Asimismo solicita que se ubiquen las materias de filosofía dentro de un Campo Disciplinar de las Humanidades, que debería agregarse a los ya existentes. Sin estas medidas, la sociedad, las futuras generaciones, serán aún más vulnerables a la manipulación, a la esclavitud de las conciencias, a la degeneración y vicios sociales, a la pérdida de la libertad y de la responsabilidad personal y social; a la crisis de valores que afecta principalmente a la juventud; pero además orillará a la desaparición de la filosofía en las Universidades. Responsables de nuestra sociedad somos todos: maestros, autoridades institucionales y federales. Nos toca trazar el futuro que les dejamos a las próximas generaciones.
Les solicitamos atentamente que se nos hagan llegar su decisión sobre nuestra petición y al mismo tiempo, les solicitamos una audiencia, a la mayor brevedad posible. Debido a que nuestra petición la avala toda la comunidad filosófica y muchos distinguidos miembros de la comunidad científica y cultural, estamos muy interesados en plantear nuestra solicitud directamente. Su respuesta será informada a toda la sociedad.
México, DF., 23 de abril de 2009.
Domicilio para notificaciones: Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM. Circuito Mario de la Cueva s/n. Ciudad Universitaria. México, D.F. CP 04510. Tel :56 22 72 43
Correo electrónico:
OBSERVATORIO FILOSÓFICO.
Asociación Filosófica de México. Presidente: Dr. Raymundo Morado.
Círculo Mexicano de Profesores de Filosofía. Presidente: Lic. Juan Carlos Ayala Barrón.
IXTLI, Asociación Mexicana de Profesores de Filosofía de Enseñanza Media-Superior. Presidente: Lic. Ausencio Pérez Olvera
Instituto de Investigaciones Filosóficas. Director: Dr. Guillermo Hurtado Pérez.
Por el Observatorio Filosófico:
Mtro. Gabriel Vargas Lozano (coordinador)
Dr. Alfredo Torres (vocero)
Se agregan algunas de las instituciones que avalan nuestra petición:
ADHERENTES
Asociaciones
Asociación Filosófica de México. Presidente: Dr. Raymundo Morado.
Círculo Mexicano de Profesores de Filosofía. Presidente: Lic. Juan Carlos Ayala Barrón.
IXTLI, Asociación Mexicana de Profesores de Filosofía de Enseñanza Media-Superior. Presidente: Lic. Ausencio Pérez Olvera
Asociación Iberoamericana de Filosofía Política. Presidente: Dr. Jesús Rodríguez Zepeda.
Red de Escuelas y Facultades de Filosofía, Letras y Humanidades. Presidente: Mtro. Alberto Ruíz Quiróz.
Asociación de Historiadores en Ciencias y Humanidades. Presidente: Dr. Alberto Saladino.
Academia Mexicana de Lógica. Presidente: Dr. José Alfredo Amor.
Asociación de Filosofía y Liberación. Presidente: Dr. Enrique Dussel
Asociación filosófica de Guadalajara. Presidente: Mtro. José Clemente Castañeda
Frente Social por la Soberanía Popular, Zacatecas (Coordinación: Mirna E. Puch Ceballos, Efraín Arteaga Domínguez, Gregorio Sandoval Flores, Manuel Contreras Cordero, José Santos Cervantes)
Instituciones, coordinaciones, centros, seminarios:
Instituto de Investigaciones Filosóficas. Director: Dr. Guillermo Hurtado.
Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Directora: Dra. Gloria Villegas.
Posgrado en Humanidades de la UAM-I. Coordinador: Dr. Jesús Rodríguez Zepeda.
Coordinación del colegio de filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Coordinador : Dr. Carlos Oliva.
Seminario Permanente de Filosofía Mexicana. Fac.F y L. UNAM) Coordinadora: Dra. María del Cármen Rovira.
Centro de filosofía latinoamericana e ibérica de la UAM-I. Responsable: Mtro. Gabriel Vargas Lozano.
Centro de estudios sociales Antonio Gramsci. Presidente: Dr. Francisco Piñón Gaytán.
Departamento de Filosofía de la Universidad de Guadalajara: Dr. Miguel Romero Morett
Seminario de ética y bioética. Directora: Dra. Juliana González Valenzuela.
Facultad de Filosofía y Letras BUAP. Director: Dr. Alejandro Palma CastroCoordinación de la Licenciatura en Filosofía-UAT: Mtro. José Antonio Mateos CastroDirección General de Educación Media Superior-BUAP. Directora: Mtra. María del Rocío Rivera Castillo.Academia de Filosofía de la Dirección General de Educación Media Superior -BUAP. Silvino Romero TetzicatliCoordinador de la Licenciatura en filosofía del Departamento de Filosofía de la UATlaxcala. Mtro.José Antonio Mateos Castro
Centro Universitario de Integración Humanística
Red de cuerpos académicos de Escuelas y Facultades de F y L (Universidades: Aguascalientes; Colima; Guerrero; Tlaxcala; Sinaloa) Dr. Ramón Espinoza y Dra. Sonia Torres.
Profesores e investigadores eméritos:
Dr. Ramón Xirau (IIF-UNAM)
Dr. Adolfo Sánchez Vázquez. Profesor emérito de la FFL-UNAM. Premio Nacional de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.
Dr. Luis Villoro (Investigador emérito del IIF-UNAM. Premio Nacional de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.
Dra. Juliana González Valenzuela (Emérita de la Fac. de Filosofía y Letras de la UNAM). Premio Nacional de Historia Ciencias Sociales y Filosofía.
Dr. Pablo González Casanova. ExRector de la UNAM
Dr. Enrique Semo. Fac. de Economía. UNAM
Dr. Octavio Rodríguez Araujo. Fac. de Ciencias ¨Políticas y Sociales. UNAM
Dr. Rodolfo Stavenhagen (Colegio de México)
Dr. Ricardo A. Neri Vela
Dr. Enrique Dussel (UAM-I)
Dra. Mariflor Alguilar Rivero (Fac. de F y L. UNAM)
Dra. María del Cármen Rovira (Fac. de F y L. UNAM)
Dr. Ambrosio Velasco (UNAM)
Dra. María Rosa Palazón. (IIF-UNAM)
Dr. Alejandro Herrera (IIF-UNAM)
Dr. Héctor Díaz Polanco (CIESAS)
Dr. Federico Álvarez (Facultad de F y L. UNAM)
Dr. José Alfredo Amor (Fac. de Ciencias. UNAM)
Dr. Cuauhtémoc Mayorga (U. de G)
Dr. Roberto Hernández Oramas (BUAP)
Dra. Virginia Aspe Armella. (Fac. de Filosofía de la UP)
Dra. María del Carmen García (Facultad de F y L. BUAP)
Lic. Pedro Montalvo Piedra (ColdeBa)
Dr. Carlos A. Moreno Martínez (UAQ)
Lic. Alfonso Vázquez Salazar (CCH-Vallejo (UNAM) y IEMS-Coyoacán.
Dr. Oscar Correas (CIICH-UNAM)
Dr. José Antonio Robles
Dr. Horacio Cerruti
Dr. Juan Manuel Silva Camarena
Dr.Ángel Xolocotzi
Dra. María del Carmen García
Dr. Jaime Ornelas Delgado. UAT
Dra. Paulina Rivero (FFL-UNAM)
Lic. Pedro Joel Reyes (Universidad Abierta de la Fac. de F y L UNAM
Mtra. Sylvia Jaime UANL
Dr. Gustavo Leyva (UAM-I)
Dr. Enrique González Ruíz (UACM)
Dr.Pedro Stepanenko
Dr. Guillermo Villaseñor García. U. de la Tierra
Dr. Carlos Imaz Guispert
Dr. Raúl Alcalá
Frente por la Soberanía Popular. Zacatecas, Zac. (Por 24 asociaciones y sindicatos: Mirna E. Puch Ceballos)
Periódico Síntesis (Puebla)
Adherentes de Chile, España, Perú, Argentina, Brasil, Uruguay.
Observatorio Filosófico:
(Orden alfabético)
Ángel Alonso Salas (UNAM-FES-Acatlán y CCH Vallejo-UNAM); Juan Carlos Ayala Barrón (Universidad Autónoma de Sinaloa); Dante Bello Martínez ( (CCH Sur-UNAM) Victoria Carrasco (Medios de difusión) Francisco Javier Concha Leal (Colegio de Bachilleres); Shirley Florencia de la Campa (IEMS. Sistema Semiescolarizado); Lucio Sergio Flores Andrade (CCH Oriente-UNAM);Guillermo Hurtado Pérez (Instituto de Investigaciones Filosóficas-UNAM);Amalia Xóchitl López Molina (Facultad de Filosofía y Letras-UNAM);Raymundo Morado Estrada (IIF-UNAM); Ausencio Pérez Olvera (IEMS. Sistema Escolarizado y CCH); Virginia Sánchez Rivera (CCH Vallejo-UNAM); Eduardo Sarmiento (UAM-I); José Alfredo Torres (Facultad de Contaduría-UNAM); Carmen Trueba (UAM-I) Gabriel Vargas Lozano (Departamento de Filosofía de la UAM-I).
Representantes: Estado de México. Dr. Juan Monroy. Facultad de Humanidades de la UAEM; Guerrero: Alfonso Aguario (Comisión de Reforma de la UAG);Jalisco: Mtro. José Clemente Castañeda (U. de G.); Puebla: Dra. Célida Godina (BUAP)
Sus firmas constan en el libro de visitas de nuestra página de web: http://sites.google.com/site/observatoriofilosoficomx/
Fuente: Observatorio Filosófico de México
Petición de entrevista con el Secretario de Educación
C. Secretario de Educación Pública
Mtro. Alonso Lujambio Irazábal.
C. Subsecretario de Educación Media Superior.
C. Dr. Miguel Székely Pardo.
P r e s e n t e
La comunidad filosófica nacional conformada por profesores, investigadores, miembros de diversas asociaciones e institutos de enseñanza e investigación, manifiesta su inconformidad debido a la inminente desaparición de las materias de filosofía en los planes de estudio en el Nivel Medio Superior.
Esta situación deriva de que la actual Reforma, llevada a cabo por la Secretaría de Educación Pública en el bachillerato, no considera a las humanidades como un Campo Disciplinar dentro del Marco Curricular Común, en el mismo rango de los otros campos disciplinares: Matemáticas, Ciencias Experimentales, Ciencias Sociales y Comunicación. Las humanidades, en el Marco Curricular Común, desaparecen; no se incluye la enseñanza de la lógica, la ética, la filosofía mexicana, las doctrinas filosóficas ni la epistemología en el diseño de las Disciplinas Básicas definidas para la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), como puede constatarse en el Diario Oficial de la Federación, Acuerdo 444, de fecha 21 de octubre de 2008.
Los rasgos generales de esta Reforma se fundamentan en indicadores de la OCDE y de los acuerdos de Bolonia para la Unión Europea, pero en México debemos hacer nuestra propia Reforma después de un debate en donde aflore el tipo de país que deseamos construir, partiendo de las características propias como Nación. El gobierno mexicano tampoco puede ir en contra de los principios y orientaciones de la UNESCO, los cuales impulsan la enseñanza de la filosofía no sólo en el nivel medio sino en todos los ámbitos de la sociedad. La UNESCO, de la cual forma parte activa nuestro país, ha expuesto en sus documentos que la filosofía contribuye a la formación de la ciudadanía, del multiculturalismo, del pensamiento crítico y de la democracia, objetivos que son pretendidos por la RIEMS a partir de desarrollar “Competencias Genéricas”, para las cuales la filosofía es fundamental. Algunas de estas competencias son las siguientes:
[El estudiante ]“se conoce y valora a sí mismo y aborda problemas y retos teniendo en cuenta los objetivos que persigue; enfrenta las dificultades que se le presentan y es consciente de sus valores, fortalezas y debilidades; elige alternativas y cursos de acción con base en criterios sustentados y en el marco de un proyecto de vida; analiza críticamente los factores que influyen en su toma de decisiones; asume las consecuencias de sus comportamientos y decisiones (…); escucha, interpreta y emite mensajes pertinentes en distintos contextos mediante la utilización de medios, códigos y herramientas apropiados; aplica distintas estrategias comunicativas según quienes sean sus interlocutores, el contexto en el que se encuentra y los objetivos que persigue; identifica las ideas claves de un texto o discurso oral e infiere conclusiones a partir de ellas; sustenta una postura personal sobre temas de interés y relevancia general, considerando otros puntos de vista de manera crítica y reflexiva; elige fuentes de información más relevantes para un propósito específico y discrimina entre ellas de acuerdo a su relevancia y confiabilidad; evalúa argumentos y opiniones e identifica prejuicios y falacias; reconoce los propios prejuicios, modifica sus puntos de vista al conocer nuevas evidencias e integra nuevos conocimientos y perspectivas al acervo con el que cuenta; estructura ideas y argumentos de manera clara, coherente y sintética.”
Es curioso: a ninguna de las competencias anteriores se les llama “filosóficas”, aunque todas lo son y, por tanto, la enseñanza de la filosofía las ampliaría y profundizaría con mayor y mejor sustento.
Durante siglos la filosofía ha estado presente en el desarrollo de las grandes culturas, en la emancipación y el progreso humano. En el paso del mito a la racionalidad en la Antigua Grecia; en los grandes paradigmas religiosos, políticos y culturales de la Edad Media; en la emancipación del hombre a partir del Renacimiento; en la cimentación de la ciencia moderna y en los grandes cambios políticos a nivel mundial, fruto de la Ilustración. México no es excepción: detrás de la Independencia estuvo el pensamiento ilustrado de Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón; enfrentando al régimen opresor de Santa Anna e impulsando la Republica Juarista, estuvieron los liberales y positivistas como Gabino Barreda y Melchor Ocampo; también destacaron aquellos impulsores de grandes acontecimientos políticos, culturales y sociales, antes, durante y después de la Revolución Mexicana (Justo Sierra, Ezequiel A. Chávez, Antonio Caso y José Vasconcelos, Samuel Ramos y Francisco Larroyo, entre otros). Todos contribuyeron a forjar en México una sociedad más justa, libre e igualitaria en tiempos difíciles.
Importa resaltar que, desde la República Restaurada hasta la actualidad, la filosofía ha sido uno de los principios rectores de los planes de estudio del Bachillerato, sin embargo, hoy, por primera vez, en forma inconsulta e injustificada, se decide eliminar las materias filosóficas, empezando por la lógica, la cual desde Gabino Barreda, cumplía la función de proporcionar al estudiante los elementos para la generación de un pensamiento correcto. De igual forma, puede demostrarse la importancia y necesidad de asignaturas como la ética, la estética, la teoría del conocimiento, la filosofía política y la historia de la filosofía que han sido parte fundamental de la formación estudiantil, permitiendo el mejor desempeño de actividades esenciales para el progreso social.
En contra de la tradición histórica fructífera del México moderno y de lo recomendado por la UNESCO, la actual reforma educativa impulsa la desaparición paulatina de la filosofía (determinante y sustancial en la Educación Media Superior); también con esta medida, contribuye a su desaparición en las Universidades. La tendencia se ha expresado bajo distintos signos en las últimas dos décadas: se han hecho intentos de desaparecer las carreras de Filosofía en algunas Universidades del país, de reducir y eliminar materias filosóficas en los planes de estudio de distintas instituciones de Nivel Medio Superior; se han hecho intentos de reducir horas para la enseñanza de estas materias. La sustitución de las disciplinas filosóficas por otras afines como “construcción ciudadana”, “formación ciudadana y ética” o “Argumentación filosófica”, que se iniciarán a partir de agosto de este año, implican un real desplazamiento del filósofo y de la filosofía en la educación nacional.
No debe abandonarse la formación humanística y filosófica del joven bachiller en un país donde los problemas sociales, económicos, políticos, culturales, ecológicos, etc. están a la orden del día. No debe fomentarse una sociedad carente de valores éticos, reflexión crítica, análisis lógico; carente de conciencia del sentido de su propia vida y su entorno, que hace análisis respecto de la ciencia y la tecnología modernas, que analiza su participación política con responsabilidad. No debe desprotegerse a la sociedad suprimiendo la reflexión filosófica y humanística en un nivel educativo conformado por millones de jóvenes mexicanos entre 15 y 18 años, a punto de ser ciudadanos votantes, a punto de emprender una profesión, o a la mayoría que concluye sus estudios en el bachillerato por motivos diversos, insertándose en el mercado laboral o la responsabilidad familiar; o a muchos otros que están expuestos por su edad o por su condición familiar y social, a caer en actividades ilícitas o en adicciones.
Las diversas disciplinas filosóficas (como la lógica, la ética, la estética, la filosofía mexicana, la filosofía política y la epistemología) permitirán a los egresados constituirse en ciudadanos autónomos, libres, reflexivos sobre su problemática y responsables en la toma de decisiones; les brindarán elementos para desempeñarse de mejor forma en cualquier actividad, laboral, profesional, social, etc., contrarrestando la apatía, la indiferencia, la corrupción, la enajenación, la explotación y la ignorancia. Además les inculcarán la tolerancia intercultural, los medios para la conformación de un pensamiento claro sobre su propio potencial y sus límites; promoverán el respeto y la tolerancia hacia las opiniones de los otros; educarán en la paz y los valores democráticos; justificarán opiniones en forma argumentada; consolidarán el conocimiento y el buen juicio. Debido crisis de valores que afecta de manera especial a la juventud, se requieren individuos que sustenten la vida en principios para poder resolver la conflictividad social. Todo lo anterior bastaría para demostrar la importancia y necesidad de la filosofía como parte de la educación.
De continuar eliminando disciplinas filosóficas, esta Reforma estaría atentando contra una educación que ponga como centro la humanización de los seres humanos (en un mundo propiciador de enormes desigualdades, destrucción de los sistemas ecológicos, automatización, problemas en bioética, crisis de los valores y un complejo tránsito hacia una nueva democracia). La filosofía es más necesaria que nunca para ofrecer a la juventud lo básico para una vida más digna y más humana.
Por lo asentado, la comunidad filosófica de México se pronuncia enérgicamente en contra del desplazamiento y la desaparición de las disciplinas filosóficas, y solicita a la SEP que las incluya como tales, como disciplinas básicas y obligatorias en los planes y programas de estudio del Nivel Medio Superior en todo el país. Asimismo solicita que se ubiquen las materias de filosofía dentro de un Campo Disciplinar de las Humanidades, que debería agregarse a los ya existentes. Sin estas medidas, la sociedad, las futuras generaciones, serán aún más vulnerables a la manipulación, a la esclavitud de las conciencias, a la degeneración y vicios sociales, a la pérdida de la libertad y de la responsabilidad personal y social; a la crisis de valores que afecta principalmente a la juventud; pero además orillará a la desaparición de la filosofía en las Universidades. Responsables de nuestra sociedad somos todos: maestros, autoridades institucionales y federales. Nos toca trazar el futuro que les dejamos a las próximas generaciones.
Les solicitamos atentamente que se nos hagan llegar su decisión sobre nuestra petición y al mismo tiempo, les solicitamos una audiencia, a la mayor brevedad posible. Debido a que nuestra petición la avala toda la comunidad filosófica y muchos distinguidos miembros de la comunidad científica y cultural, estamos muy interesados en plantear nuestra solicitud directamente. Su respuesta será informada a toda la sociedad.
México, DF., 23 de abril de 2009.
Domicilio para notificaciones: Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM. Circuito Mario de la Cueva s/n. Ciudad Universitaria. México, D.F. CP 04510. Tel :56 22 72 43
Correo electrónico:
OBSERVATORIO FILOSÓFICO.
Asociación Filosófica de México. Presidente: Dr. Raymundo Morado.
Círculo Mexicano de Profesores de Filosofía. Presidente: Lic. Juan Carlos Ayala Barrón.
IXTLI, Asociación Mexicana de Profesores de Filosofía de Enseñanza Media-Superior. Presidente: Lic. Ausencio Pérez Olvera
Instituto de Investigaciones Filosóficas. Director: Dr. Guillermo Hurtado Pérez.
Por el Observatorio Filosófico:
Mtro. Gabriel Vargas Lozano (coordinador)
Dr. Alfredo Torres (vocero)
Se agregan algunas de las instituciones que avalan nuestra petición:
ADHERENTES
Asociaciones
Asociación Filosófica de México. Presidente: Dr. Raymundo Morado.
Círculo Mexicano de Profesores de Filosofía. Presidente: Lic. Juan Carlos Ayala Barrón.
IXTLI, Asociación Mexicana de Profesores de Filosofía de Enseñanza Media-Superior. Presidente: Lic. Ausencio Pérez Olvera
Asociación Iberoamericana de Filosofía Política. Presidente: Dr. Jesús Rodríguez Zepeda.
Red de Escuelas y Facultades de Filosofía, Letras y Humanidades. Presidente: Mtro. Alberto Ruíz Quiróz.
Asociación de Historiadores en Ciencias y Humanidades. Presidente: Dr. Alberto Saladino.
Academia Mexicana de Lógica. Presidente: Dr. José Alfredo Amor.
Asociación de Filosofía y Liberación. Presidente: Dr. Enrique Dussel
Asociación filosófica de Guadalajara. Presidente: Mtro. José Clemente Castañeda
Frente Social por la Soberanía Popular, Zacatecas (Coordinación: Mirna E. Puch Ceballos, Efraín Arteaga Domínguez, Gregorio Sandoval Flores, Manuel Contreras Cordero, José Santos Cervantes)
Instituciones, coordinaciones, centros, seminarios:
Instituto de Investigaciones Filosóficas. Director: Dr. Guillermo Hurtado.
Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Directora: Dra. Gloria Villegas.
Posgrado en Humanidades de la UAM-I. Coordinador: Dr. Jesús Rodríguez Zepeda.
Coordinación del colegio de filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Coordinador : Dr. Carlos Oliva.
Seminario Permanente de Filosofía Mexicana. Fac.F y L. UNAM) Coordinadora: Dra. María del Cármen Rovira.
Centro de filosofía latinoamericana e ibérica de la UAM-I. Responsable: Mtro. Gabriel Vargas Lozano.
Centro de estudios sociales Antonio Gramsci. Presidente: Dr. Francisco Piñón Gaytán.
Departamento de Filosofía de la Universidad de Guadalajara: Dr. Miguel Romero Morett
Seminario de ética y bioética. Directora: Dra. Juliana González Valenzuela.
Facultad de Filosofía y Letras BUAP. Director: Dr. Alejandro Palma CastroCoordinación de la Licenciatura en Filosofía-UAT: Mtro. José Antonio Mateos CastroDirección General de Educación Media Superior-BUAP. Directora: Mtra. María del Rocío Rivera Castillo.Academia de Filosofía de la Dirección General de Educación Media Superior -BUAP. Silvino Romero TetzicatliCoordinador de la Licenciatura en filosofía del Departamento de Filosofía de la UATlaxcala. Mtro.José Antonio Mateos Castro
Centro Universitario de Integración Humanística
Red de cuerpos académicos de Escuelas y Facultades de F y L (Universidades: Aguascalientes; Colima; Guerrero; Tlaxcala; Sinaloa) Dr. Ramón Espinoza y Dra. Sonia Torres.
Profesores e investigadores eméritos:
Dr. Ramón Xirau (IIF-UNAM)
Dr. Adolfo Sánchez Vázquez. Profesor emérito de la FFL-UNAM. Premio Nacional de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.
Dr. Luis Villoro (Investigador emérito del IIF-UNAM. Premio Nacional de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.
Dra. Juliana González Valenzuela (Emérita de la Fac. de Filosofía y Letras de la UNAM). Premio Nacional de Historia Ciencias Sociales y Filosofía.
Dr. Pablo González Casanova. ExRector de la UNAM
Dr. Enrique Semo. Fac. de Economía. UNAM
Dr. Octavio Rodríguez Araujo. Fac. de Ciencias ¨Políticas y Sociales. UNAM
Dr. Rodolfo Stavenhagen (Colegio de México)
Dr. Ricardo A. Neri Vela
Dr. Enrique Dussel (UAM-I)
Dra. Mariflor Alguilar Rivero (Fac. de F y L. UNAM)
Dra. María del Cármen Rovira (Fac. de F y L. UNAM)
Dr. Ambrosio Velasco (UNAM)
Dra. María Rosa Palazón. (IIF-UNAM)
Dr. Alejandro Herrera (IIF-UNAM)
Dr. Héctor Díaz Polanco (CIESAS)
Dr. Federico Álvarez (Facultad de F y L. UNAM)
Dr. José Alfredo Amor (Fac. de Ciencias. UNAM)
Dr. Cuauhtémoc Mayorga (U. de G)
Dr. Roberto Hernández Oramas (BUAP)
Dra. Virginia Aspe Armella. (Fac. de Filosofía de la UP)
Dra. María del Carmen García (Facultad de F y L. BUAP)
Lic. Pedro Montalvo Piedra (ColdeBa)
Dr. Carlos A. Moreno Martínez (UAQ)
Lic. Alfonso Vázquez Salazar (CCH-Vallejo (UNAM) y IEMS-Coyoacán.
Dr. Oscar Correas (CIICH-UNAM)
Dr. José Antonio Robles
Dr. Horacio Cerruti
Dr. Juan Manuel Silva Camarena
Dr.Ángel Xolocotzi
Dra. María del Carmen García
Dr. Jaime Ornelas Delgado. UAT
Dra. Paulina Rivero (FFL-UNAM)
Lic. Pedro Joel Reyes (Universidad Abierta de la Fac. de F y L UNAM
Mtra. Sylvia Jaime UANL
Dr. Gustavo Leyva (UAM-I)
Dr. Enrique González Ruíz (UACM)
Dr.Pedro Stepanenko
Dr. Guillermo Villaseñor García. U. de la Tierra
Dr. Carlos Imaz Guispert
Dr. Raúl Alcalá
Frente por la Soberanía Popular. Zacatecas, Zac. (Por 24 asociaciones y sindicatos: Mirna E. Puch Ceballos)
Periódico Síntesis (Puebla)
Adherentes de Chile, España, Perú, Argentina, Brasil, Uruguay.
Observatorio Filosófico:
(Orden alfabético)
Ángel Alonso Salas (UNAM-FES-Acatlán y CCH Vallejo-UNAM); Juan Carlos Ayala Barrón (Universidad Autónoma de Sinaloa); Dante Bello Martínez ( (CCH Sur-UNAM) Victoria Carrasco (Medios de difusión) Francisco Javier Concha Leal (Colegio de Bachilleres); Shirley Florencia de la Campa (IEMS. Sistema Semiescolarizado); Lucio Sergio Flores Andrade (CCH Oriente-UNAM);Guillermo Hurtado Pérez (Instituto de Investigaciones Filosóficas-UNAM);Amalia Xóchitl López Molina (Facultad de Filosofía y Letras-UNAM);Raymundo Morado Estrada (IIF-UNAM); Ausencio Pérez Olvera (IEMS. Sistema Escolarizado y CCH); Virginia Sánchez Rivera (CCH Vallejo-UNAM); Eduardo Sarmiento (UAM-I); José Alfredo Torres (Facultad de Contaduría-UNAM); Carmen Trueba (UAM-I) Gabriel Vargas Lozano (Departamento de Filosofía de la UAM-I).
Representantes: Estado de México. Dr. Juan Monroy. Facultad de Humanidades de la UAEM; Guerrero: Alfonso Aguario (Comisión de Reforma de la UAG);Jalisco: Mtro. José Clemente Castañeda (U. de G.); Puebla: Dra. Célida Godina (BUAP)
Sus firmas constan en el libro de visitas de nuestra página de web: http://sites.google.com/site/observatoriofilosoficomx/
Fuente: Observatorio Filosófico de México
domingo, 26 de abril de 2009
El abstencionismo activo
El abstencionismo activo
César Ricardo Luque Santana
El abstencionismo electoral que consiste en no acudir a las urnas a emitir sufragio, remite a una actitud pasiva del elector que decide por diversos motivos no ejercer su derecho a votar. Las causas de esta actitud son de diversa índole: por apatía, negligencia, el desencanto por los partidos y/o candidatos, la repulsión por toda manifestación política, la desinformación, entre otras razones. Por su parte, la decisión de no acudir a votar desde una posición política meditada es más rara, pero en este caso, no se trata de indagar qué factores inhiben a los ciudadanos empadronados a no acudir a las urnas el día de la jornada electoral –pues seguramente existen estudios al respecto- aunque es casi seguro que el descrédito de los políticos y la noción negativa que en forma generalizada existe sobre la política, sean lo que provoca en esencia el fenómeno de la abstención electoral.
El hecho es que normalmente más de la mitad de los ciudadanos empadronados son abstencionistas, siendo las llamadas elecciones intermedias las más desairadas, pues el abstencionismo puede llegar en estos casos hasta un 60 o más por ciento. Esto significa que el partido mayoritario realmente gobierna con el apoyo de una minoría, tomando en cuenta por supuesto el padrón electoral en su totalidad. La legitimidad de la representación popular desde este punto de vista está muy menguada, lo que entre otras cosas nos debería de llevar a cuestionar el excesivo gasto que realizan los partidos en su funcionamiento y en sus campañas soportado con dinero del erario público, el cual obviamente no corresponde con el escaso interés que muestra la mayoría de los ciudadanos-contribuyentes. En este último punto, creo que los presupuestos destinados a los partidos políticos debería de ajustarse a su desempeño y a las necesidades del país, pero en modo alguno debería de eliminarse su financiamiento público, pues es importante que los partidos conserven su estatuto de entidades de interés público, ya que la privatización de la política es perniciosa para la democracia. En este caso, hay que entender que la inversión en la democracia electoral significa invertir en la paz social, en mantener cauces civilizados para disputar el poder político.
Pero si el abstencionismo que consiste en no votar es una forma pasiva de rechazo a las elecciones y a los partidos y/o candidatos que en ella participan, ¿qué es el abstencionismo activo? En algunos países de Sudamérica, el voto en los procesos electores constitucionales es más una obligación que un derecho, pues incluso se castiga con multa el no ir a votar en forma injustificada. Esto significa que quienes no están satisfechos con los partidos y/o candidatos acuden a las urnas a invalidar su voto (por la obligatoriedad mencionada, en vez de abstenerse como en México), La práctica de anular concientemente el voto (porque también se puede dar por error) en nuestro país, es algo que ocurre escasamente y que por cierto tampoco se le da mucho significado (en parte por su bajo porcentaje,) en el sentido de que si bien cuenta como participación, se diluye de alguna forma de la contabilidad final expresada en porcentajes, mientras que el abstencionismo no pasa de ser una nota más de periódico, pues los porcentajes se toman sólo de los que ejercieron su derecho a votar. Hay que pensar incluso hasta qué punto el hecho de anular deliberadamente el voto en un contexto de obligatoriedad significa practicar un abstencionismo activo, si bien me parece no deja de serlo.
Ahora bien, situados en nuestra circunstancia: ¿Qué impacto político tendría –al menos en términos mediático- si en vez de que se diga que hubo un abstencionismo de 60%, se dijera que los votos nulos fueron del 20% , 30% o más?
Así entonces, si alguien acostumbrado a votar llega a un punto en que considera que no vale la pena hacerlo porque las instituciones dejan mucho que desear, particularmente la cámara de diputados donde se percibe que muchas veces no se actúa con responsabilidad, donde parece que los diputados en su comportamiento legislativo no representan a sus electores sino otros intereses como a sí mismos y a las cúpulas de sus partidos o porque notoriamente se pliegan a los intereses de los empresarios, o también llegan a la desfachatez o ligereza de decidir una ley con un “volado” como acaba de suceder según denuncia de Julio Hernández (ver Astillero en La Jornada del 14 de abril y la sección de Correo Ilustrado del día siguiente en ese mismo diario) con la ley de turismo relativo a un artículo que permite cambiar el uso del suelo para el turismo sin importar si ocasiona daños al medio ambiente. Este caso es muy representativo de una práctica común que consiste en legislar muchas leyes al vapor y/o confeccionarlas como trajes a la medida de las grandes corporaciones empresariales como sucedió con la frustrada ley de medios, entre otros muchos casos vergonzosos. De este modo, cuando se percibe que nuestro voto es realmente un cheque en blanco porque ciertamente a los legisladores en lo general no les importa defender los derechos de sus electores a quienes se supone deberían de representar sin dudar puesto que llegan a sus escaños en virtud del voto popular, uno se pregunta: ¿de que sirve votar? Por todo esto -en principio- dan ganas de no ir a votar o de anular el voto. Por cierto, la propaganda del IFE que nos quiere presentar a los legisladores como gente seria, honesta y responsable y al espacio legislativo como una institución sana, es una campaña publicitaria demagógica y con sabor a burla., además de insidiosa.
La situación pinta más desconsoladora cuando los mismos perfiles de los candidatos son deplorables, al grado de que incluso la misma frase de “votar por el menos malo” ha perdido sentido, pues todavía hace algunos años, algunas personas se autojustificaban como electores diciendo que votaban por “el mono” expresando con ello que los partidos no satisfacían ninguna exigencia ideológica ni mucho menos de propuesta de trabajo, pero ahora ni los llamados “monos” tienen atractivo. Recordemos que cuando los ricos emergieron a la escena política como candidatos para diversos puestos, algunos ingenuos decían que eran confiables porque no eran vividores de la política y que como ya eran ricos no iban a robar. La verdad es que salieron peores: más rapaces y más codiciosos. Era y es evidente que este tipo de candidatos están inmersos de entrada en un conflicto de interés (razón por la cual Aristóteles sugería negarles la condición de ciudadanos), pues lo lógico es que impulsen un modelo económico y político que les favorezca a ellos y no a las mayorías. Para mí, poner a un sujeto de estos en una posición de poder político, significa lo mismo que poner a Drácula como gerente del Banco de Sangre.
El dilema no es entonces si hay que votar o no votar, sino entre abstenerse en forma pasiva o en forma activa, entendiendo en este último caso no sólo el hecho de acudir a las urnas a invalidar el voto (porque tal vez el mero hecho de participar en la jornada electoral se considere como una forma de legitimación del proceso mismo), sino ejerciendo otras formas de participación política no sólo electorales, como por ejemplo exigir a los diputados y gobernantes -al margen de que uno no haya votado por ellos- de que cumplan sus obligaciones con profesionalismo, criticándoles también sus mal desempeño, etc., etc.
En la siguiente entrega iré profundizando más sobre esta cuestión toda vez que empezamos a ser varios –analistas y ciudadanos- que estamos en esta misma frecuencia.
César Ricardo Luque Santana
El abstencionismo electoral que consiste en no acudir a las urnas a emitir sufragio, remite a una actitud pasiva del elector que decide por diversos motivos no ejercer su derecho a votar. Las causas de esta actitud son de diversa índole: por apatía, negligencia, el desencanto por los partidos y/o candidatos, la repulsión por toda manifestación política, la desinformación, entre otras razones. Por su parte, la decisión de no acudir a votar desde una posición política meditada es más rara, pero en este caso, no se trata de indagar qué factores inhiben a los ciudadanos empadronados a no acudir a las urnas el día de la jornada electoral –pues seguramente existen estudios al respecto- aunque es casi seguro que el descrédito de los políticos y la noción negativa que en forma generalizada existe sobre la política, sean lo que provoca en esencia el fenómeno de la abstención electoral.
El hecho es que normalmente más de la mitad de los ciudadanos empadronados son abstencionistas, siendo las llamadas elecciones intermedias las más desairadas, pues el abstencionismo puede llegar en estos casos hasta un 60 o más por ciento. Esto significa que el partido mayoritario realmente gobierna con el apoyo de una minoría, tomando en cuenta por supuesto el padrón electoral en su totalidad. La legitimidad de la representación popular desde este punto de vista está muy menguada, lo que entre otras cosas nos debería de llevar a cuestionar el excesivo gasto que realizan los partidos en su funcionamiento y en sus campañas soportado con dinero del erario público, el cual obviamente no corresponde con el escaso interés que muestra la mayoría de los ciudadanos-contribuyentes. En este último punto, creo que los presupuestos destinados a los partidos políticos debería de ajustarse a su desempeño y a las necesidades del país, pero en modo alguno debería de eliminarse su financiamiento público, pues es importante que los partidos conserven su estatuto de entidades de interés público, ya que la privatización de la política es perniciosa para la democracia. En este caso, hay que entender que la inversión en la democracia electoral significa invertir en la paz social, en mantener cauces civilizados para disputar el poder político.
Pero si el abstencionismo que consiste en no votar es una forma pasiva de rechazo a las elecciones y a los partidos y/o candidatos que en ella participan, ¿qué es el abstencionismo activo? En algunos países de Sudamérica, el voto en los procesos electores constitucionales es más una obligación que un derecho, pues incluso se castiga con multa el no ir a votar en forma injustificada. Esto significa que quienes no están satisfechos con los partidos y/o candidatos acuden a las urnas a invalidar su voto (por la obligatoriedad mencionada, en vez de abstenerse como en México), La práctica de anular concientemente el voto (porque también se puede dar por error) en nuestro país, es algo que ocurre escasamente y que por cierto tampoco se le da mucho significado (en parte por su bajo porcentaje,) en el sentido de que si bien cuenta como participación, se diluye de alguna forma de la contabilidad final expresada en porcentajes, mientras que el abstencionismo no pasa de ser una nota más de periódico, pues los porcentajes se toman sólo de los que ejercieron su derecho a votar. Hay que pensar incluso hasta qué punto el hecho de anular deliberadamente el voto en un contexto de obligatoriedad significa practicar un abstencionismo activo, si bien me parece no deja de serlo.
Ahora bien, situados en nuestra circunstancia: ¿Qué impacto político tendría –al menos en términos mediático- si en vez de que se diga que hubo un abstencionismo de 60%, se dijera que los votos nulos fueron del 20% , 30% o más?
Así entonces, si alguien acostumbrado a votar llega a un punto en que considera que no vale la pena hacerlo porque las instituciones dejan mucho que desear, particularmente la cámara de diputados donde se percibe que muchas veces no se actúa con responsabilidad, donde parece que los diputados en su comportamiento legislativo no representan a sus electores sino otros intereses como a sí mismos y a las cúpulas de sus partidos o porque notoriamente se pliegan a los intereses de los empresarios, o también llegan a la desfachatez o ligereza de decidir una ley con un “volado” como acaba de suceder según denuncia de Julio Hernández (ver Astillero en La Jornada del 14 de abril y la sección de Correo Ilustrado del día siguiente en ese mismo diario) con la ley de turismo relativo a un artículo que permite cambiar el uso del suelo para el turismo sin importar si ocasiona daños al medio ambiente. Este caso es muy representativo de una práctica común que consiste en legislar muchas leyes al vapor y/o confeccionarlas como trajes a la medida de las grandes corporaciones empresariales como sucedió con la frustrada ley de medios, entre otros muchos casos vergonzosos. De este modo, cuando se percibe que nuestro voto es realmente un cheque en blanco porque ciertamente a los legisladores en lo general no les importa defender los derechos de sus electores a quienes se supone deberían de representar sin dudar puesto que llegan a sus escaños en virtud del voto popular, uno se pregunta: ¿de que sirve votar? Por todo esto -en principio- dan ganas de no ir a votar o de anular el voto. Por cierto, la propaganda del IFE que nos quiere presentar a los legisladores como gente seria, honesta y responsable y al espacio legislativo como una institución sana, es una campaña publicitaria demagógica y con sabor a burla., además de insidiosa.
La situación pinta más desconsoladora cuando los mismos perfiles de los candidatos son deplorables, al grado de que incluso la misma frase de “votar por el menos malo” ha perdido sentido, pues todavía hace algunos años, algunas personas se autojustificaban como electores diciendo que votaban por “el mono” expresando con ello que los partidos no satisfacían ninguna exigencia ideológica ni mucho menos de propuesta de trabajo, pero ahora ni los llamados “monos” tienen atractivo. Recordemos que cuando los ricos emergieron a la escena política como candidatos para diversos puestos, algunos ingenuos decían que eran confiables porque no eran vividores de la política y que como ya eran ricos no iban a robar. La verdad es que salieron peores: más rapaces y más codiciosos. Era y es evidente que este tipo de candidatos están inmersos de entrada en un conflicto de interés (razón por la cual Aristóteles sugería negarles la condición de ciudadanos), pues lo lógico es que impulsen un modelo económico y político que les favorezca a ellos y no a las mayorías. Para mí, poner a un sujeto de estos en una posición de poder político, significa lo mismo que poner a Drácula como gerente del Banco de Sangre.
El dilema no es entonces si hay que votar o no votar, sino entre abstenerse en forma pasiva o en forma activa, entendiendo en este último caso no sólo el hecho de acudir a las urnas a invalidar el voto (porque tal vez el mero hecho de participar en la jornada electoral se considere como una forma de legitimación del proceso mismo), sino ejerciendo otras formas de participación política no sólo electorales, como por ejemplo exigir a los diputados y gobernantes -al margen de que uno no haya votado por ellos- de que cumplan sus obligaciones con profesionalismo, criticándoles también sus mal desempeño, etc., etc.
En la siguiente entrega iré profundizando más sobre esta cuestión toda vez que empezamos a ser varios –analistas y ciudadanos- que estamos en esta misma frecuencia.
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