¿Qué esperar de la nueva Legislatura del Estado de Nayarit?
César Ricardo Luque Santana
El miércoles 17 de agosto de 2011 se instaló formalmente la nueva legislatura por un período de 3 años, misma que estará bajo la hegemonía del PRI y más concretamente del grupo de Ney González, de la llamada “Ola Roja”, pues son evidentes los vínculos orgánicos existentes entre la mayoría de los diputados de la fracción priista con el gobernador de Nayarit saliente.
En ceremonia solemne como corresponde a estos actos, el presidente de la Comisión Instaladora, el diputado priista Narváez, realizó el ritual de rigor mediante el cual los diputados salientes le entregan la estafeta a los entrantes. Ya instalados los flamantes diputados de la XXX Legislatura con Armando García Jiménez como presidente de la nueva Mesa Directiva, se concluyó protocolo con la toma de protesta de todos legisladores.
Como es natural, al evento asistieron importantes personalidades de la vida política, social, económica, académica, religiosa, etc., de nuestra entidad. Mientras que los otros invitados (familiares y colaboradores de los nuevos diputados, así como periodistas y otros), atestiguamos la ceremonia en el patio central del recinto legislativo y en su sala de prensa.
El mensaje del diputado Armando García dirigido a sus compañeros legisladores, a los representantes de los otros poderes (políticos y económicos) y al conjunto de la sociedad, fue sin rebuscamientos y profesando una vocación democrática que desde luego está por demostrarse, pues la mayoría priista de la legislatura saliente se “distinguió” por su sumisión al gobernador Ney González quien durante su sexenio restituyó la autoritaria figura del “gran legislador” en la cual su mayoría en el Congreso actuaron como incondicionales o como se dice en buen romance, como “levantadedos”.
No obstante esos antecedentes, Armando García afirmó que están dispuestos a consensar con todos los actores representados en la Cámara de Diputados, es decir, a no avasallar a sus opositores sólo porque los de su fracción parlamentaria son mayoría, lo que significaría hacer prevalecer la razón sobre la fuerza con base en los intereses legítimos en disputa. En este sentido, exhortó a todos sus compañeros velar por los intereses de la sociedad haciendo a un lado sus intereses personales o grupales. Sin embargo, si se analiza la trayectoria de la mayoría de los diputados, principalmente los del PRI, la mayoría están identificados con mafias políticas, grupos de presión, burocracias partidistas, o con el poder económico, lo que hace dudar que realmente vayan a privilegiar a los ciudadanos que se supone con su voto los llevaron a ocupar sus curules.
Toca a los ciudadanos estar atentos al desempeño de sus representantes populares y a los diputados ventilar públicamente los problemas tratados en el recinto legislativo trasparentando sus actividades sustantivas de legislar, fiscalizar y gestionar, así como dar a conocer sus posicionamientos personales y partidistas con base en argumentos fundamentados, pues de otra manera la institución no tendrá la credibilidad social que ese poder necesita para erigirse como un auténtico contrapeso de los otros poderes, como reconoció Armando García en su interlocución, pero sobre todo para honrar la aseveración del diputado presidente de la Mesa Directiva quien afirmó asimismo que el poder legislativo es el depositario de la soberanía del pueblo. Por sus hechos los conoceréis como dice el adagio popular.