Las 10 estrategias de manipulación mediática según Chomsky
César Ricardo Luque Santana
Recientemente anda circulando en los correos electrónicos un documento en PowerPoint titulado: “Noam Chomsky y las 10 estrategias de manipulación mediática”, mismas que por su relevancia retomo y comento brevemente en este espacio. Debo aclarar sin embargo, que no siempre hago la referencia textual a dicho documento sino que recurro a la paráfrasis, pues por un lado, deseo sintetizar, y por el otro, me parece que la sintaxis de éste a veces no es adecuada. Asimismo, hay que señalar que sólo en ocasiones se cita como fuente el documento “Las armas silenciosas para guerras tranquilas”, referido a un “paper top secret” supuestamente perteneciente al grupo Bilderberg, un club mundial de poderosos. Dicho documento se elaboró supuestamente en mayo de 1979 y fue “descubierto” el 7 de junio de 1986 en la compra de una fotocopiadora de los servicios secretos de la US Naval en una subasta (véase: http://www.syti.net/ES/SilentWeapons.html). Esto significa que Chomsky se basaría en dicho documento, pero no se mencionada en qué texto de él figura este decálogo.
1.La estrategia de la distracción. Consiste en desviar la atención de la gente sobre los problemas más importantes para obtener un mejor control social. De esta manera, los cambios decididos por las elites del poder pasan inadvertidos o se minimizan. Para crear esta distracción, se utiliza la técnica de saturar al público de diversos entretenimientos e información irrelevante. Al mismo tiempo, se trata de evitar que se abreve de conocimientos esenciales de las ciencias o la filosofía que los lleve a cuestionar. Esta estrategia es muy obvia pues básicamente se centra en la antigua máxima de “pan y circo”, aunque cada vez hay más circo y menos pan. La TV es el principal vehículo para esta estrategia. En resumen, se trata de impedir que la gente pueda pensar por sí misma manteniéndolos ocupados con frivolidades como las telenovelas, el fútbol, los chismes de la farándula, entre otros.
2.Crear problemas y luego ofrecer soluciones. Este método consiste en crear problemas deliberadamente para provocar una reacción esperada en el público para que las autoridades propongan medidas que sean avaladas socialmente. Por ejemplo, dejar correr la violencia criminal para después proponer el endurecimiento de la ley; o bien, crear crisis económicas para que la gente acepte sacrificar sus derechos laborales y sociales como un mal necesario lo que les permite desmantelar sin resistencia los servicios públicos. La periodista e investigadora canadiense Naomi Klein, ha documentado también en su obra “La doctrina del shock”, como utilizan incluso los problemas ocasionados por la naturaleza para despojar rapazmente a la gente y a los pueblos de sus pertenencias.
3.La estrategia de la gradualidad. Para que las masas acepten medidas impopulares que lesionarán su calidad de vida, se propone que éstas se apliquen gradualmente. Las políticas de privatización impuestas desde los 80 son un ejemplo de ello: adelgazamiento del Estado, privatizaciones de los bienes y recursos públicos, flexibilidad laboral, desempleo masivo, salarios ínfimos, etc. Como se puede apreciar, si estas medidas se aplicaran de súbito, probablemente provocarían un conflicto social grave y perjudicial para los grupos de poder, aunque la desorganización social impide de suyo estas reacciones.
4.La estrategia de diferir. También relacionada con la anterior consiste en manejar que hay medidas “dolorosas pero necesarias” para procurar una aceptación social previa a su aplicación. “Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que inmediato.” Esta estrategia se base en saber que la gente cree ingenuamente que los problemas son temporales, que éstos se van a superar y que el sacrificio exigido ahora probablemente se podrá evitar si las circunstancias mejoran. Con ello, se va preparando al público para que acepte resignadamente cambios que le serán perjudiciales. Hay muchos ejemplos de esto, pero mencionaré sólo uno que de vez en vez surge en los medios televisivos: el “bono educativo” como una forma de continuar la privatización de la educación y la derechización de la misma.
5.Dirigirse al público como si fueran menores de edad. La mayoría de los mensajes dirigidos al público utilizan lenguaje, “argumentos”, entonaciones, etc., infantiles, tratando deliberadamente a los espectadores como menores de edad o retrasados mentales. Se trata, no de convencerlos con razones mediante debates equilibrados, sino de persuadirlos a través de la mentira reiterada y el monopolio de la palabra. Todos los días hay muestras de estos usos en los conductores de noticieros y programas de “análisis” político, económico, etc.
6.Utilizar el factor emocional por encima de la reflexión. Eclipsar la razón mediante la emotividad para anular o neutralizar la capacidad del pensamiento crítico. El uso del factor emocional permite sembrar en las mentes toda clase de prejuicios, temores, compulsiones, etc., con el fin de inducir los comportamientos de las personas. La sensiblería es un recurso muy común, como la usada en el Teletón y en las telenovelas, asociadas algunas de ellas a una burda manipulación religiosa.
7.Inducir y mantener al público en la mediocridad. «Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases inferiores debe ser lo más pobre y mediocre posible, de manera que la distancia de la ignorancia entre estas clases y las superiores sean y permanezcan imposibles de alcanzar para las primeras”» (ver “Armas silenciosas para una guerra tranquila”). Tan sólo esta estrategia merece un análisis particular de los profesores de todos los niveles educativos porque muchos docentes reproducen la ideología neoliberal en forma inconsciente y/o complaciente.
8.Estimular a la gente a ser complaciente con la mediocridad. Hacer creer al público que está de moda ser estúpido, vulgar e inculto. Las horribles canciones de la “onda grupera” o de bandas, con contenidos machistas, de apología del delito, soeces, etc., son un botón de muestra. Los programas de televisión de chacoteo, de pláticas en doble sentido y expresiones corrientes, concursos bobos, chistes vulgares y artistas comerciales, son otra muestra. Algunos de ellos rayan en lo escatológico.
9.Reforzar el sentimiento de autoculpabilidad. Inculcar a las personas de las clases dominadas un sentimiento de autoculpabilidad, de manera que su fracaso se lo atribuyan a sí mismos y no al sistema, exonerando a éste de toda responsabilidad. En este caso, el individuo excluido de la sociedad, creerá que su fracaso personal es su culpa, por ser incompetente, incapaz, flojo, poco inteligente, etc., omitiendo las condiciones externas desfavorables que incidieron en esa situación (mala alimentación, falta de oportunidades, enajenación, etc.). Este punto lo he tratado en otros de mis artículos donde he criticado los programas de superación personal y de desarrollo humano que se basan en ese supuesto falaz.
10.Conocer a los individuos mejor de lo que ellos se conocen a sí mismos. Las clases dominantes poseen un conocimiento científico del comportamiento humano y lo usan a su favor, mientras que la mayoría de las personas no se conocen a sí mismas lo suficiente. La mayoría de las personas no viven una vida auténtica sino que permiten que los políticos y los comerciantes inescrupulosos dirijan sus vidas.
Como se puede apreciar, cada estrategia merece un análisis más a fondo aunque por razones de espacio no me es posible extenderme más en ellas, pero confío en que los lectores podrán sacar de cada una y de todas en su conjunto, sus propias conclusiones, que espero las compartan.