Filosofía y medios de comunicación III
César Ricardo Luque Santana
La filosofía académica, al aislarse en sus actividades de un público no especializado, se vuelve una actividad endógena donde sólo los conocedores de los temas filosóficos se entienden entre sí, reduciendo la filosofía a espacios como las escuelas superiores, los congresos, las revistas y libros especializados, etc. Roxana Kreimer, dice que algunos profesores de filosofía que dedican toda su vida a estudiar un filósofo determinado, actúan como sus “viudos” filosóficos.
La vertiente académica o teórica es sin duda importante e insoslayable, pero debe complementarse con una vertiente práctica que ponga a disposición del gran público la sabiduría filosófica mediante diversas estrategias de divulgación, a la manera de la divulgación científica que se hace mediante libros dirigidos a un público relativamente culto pero no especializado, y a través de documentales televisivos didácticos y entretenidos. Después de todo, la filosofía se alimenta de los problemas el mundo aunque los eleve a altos niveles de abstracción.
Otras formas de acercar la filosofía son -como ya se mencionó en la entrega anterior-
El Internet también ofrece una gran gama de posibilidades sobretodo para los estudiantes y profesores de filosofía a través de blogs, videos, audios, artículos, libros digitalizados (eBooks), espacios de discusión, etc. La educación filosófica a distancia también es un recurso que puede explotarse mediante el Internet.
La radio también ha sido un vehículo importante para difundir la filosofía siendo uno de los programas más destacados en México “El Banquete de Platón” de la siria-mexicana Ikram Antaki, donde abordaba con elocuencia, sencillez y conocimiento, temas de filosofía, religión, ciencia e historia. Sus charlas se compilaron en libros tan amenos como sus pláticas. Actualmente hay un blog de Internet donde están muchos de sus programas radiofónicos. En ese mismo blog hay otras ligas interesantes, entre ellas la relativa al sabio mexicano Ernesto de la Peña (Al hilo del tiempo), donde también hay muchos audios de los programas de radio que él realiza con temas de filosofía y religión. Otro programa añejo es el de “Charlas de Filosofía” de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Guadalajara que se trasmite en la radiodifusora del gobierno del Estado de Jalisco.
De los programas de filosofía por televisión tenemos el del argentino Ricardo Foster, “Grandes pensadores del siglo XX” (Canal Encuentro) donde presenta una breve semblanza de connotados intelectuales como el antropólogo francés Levi Strauss, la filósofa de la política Hanna Arendt, el filósofo francés Michel Foucault, al psicoanalista Jacques Lacan, entre otros. Este programa no se reduce a filósofos sino que incluye a destacados intelectuales creadores de importantes teorías de diversos campos de la cultura. Cada personaje es presentado por Foster desde un pequeño café parisino y enseguida muestra un documental de ellos ya sea mediante una entrevista, una conferencia, etc. Es interesante conocer a estos personajes que han marcado la vida intelectual del siglo XX viéndolos en acción por así decirlo. El español Fernando Savater por su parte, presenta un interesante programa llamado “La aventura del Pensamiento” (mismo que plasmó también en un libro) donde hace una semblanza de una serie de filósofos desde Platón hasta Foucault. Son 26 filósofos sobre los que nos presenta su obra, su biografía, sus aportaciones, etc. Por su parte, el también argentino Juan Pablo Feinmann, presenta un programa llamado “Filosofía Aquí & Ahora” el cual es un poco más exhaustivo, punzante y subversivo en el tratamiento de temas filosóficos y de los filósofos. Hasta el momento van dos épocas, siendo la primera de 13 episodios que van de Descartes a Nietzsche, y la segunda aborda a los filósofos y corrientes contemporáneas en forma igualmente controvertida. Otro programa más reciente en la televisión uruguaya es el de Sandino Núñez, llamado “Prohíbido pensar” que se diferencia de los otros porque más bien filosofa sobre temas de actualidad como la comunicación, las elecciones, la censura, etc.
Si bien todos estos programas no los hemos conocido directamente de la televisión por darse en otras latitudes, los videos están disponibles en Internet. En México, recientemente Alejandro Tomasini Bassols presentó en el Canal 22, tres programas sobre el Tratactus logico-philoshopicus de Wittgenstein y continuamente presenta entrevistas a filósofos y filósofas mexicanas muy interesantes. Hay desde luego otros proyectos parecidos como el del canal Arcoiris, un canal independiente de Venezuela que tiene un curso de filosofía cuyos videos se pueden bajar por Internet, pero su calidad es regular. Algunos de sus documentales ofrecen narraciones muy planas y con pocos recursos técnicos.
En fin, la relación entre la filosofía y los medios no se agota en las variantes que acabamos de presentar, sino que también se da de otras maneras como es la crítica a los medios, la cual es una tarea indispensable para contribuir a preservar las libertades democráticas. Lo que hay que resaltar es que pese a que estamos en pleno auge del neoliberalismo el cual pretende imponer un pensamiento único, existen espacios para la filosofía, la cual por su naturaleza crítica es ajena a las doctrinas dogmáticas de cualquier especie. La filosofía en este sentido, no se reducen a difundir y/o divulgar el pensamiento filosófico, sino que ejerce mediante estos mismos medios que incluye también a los medios impresos, una crítica política y cultural, y asimismo, una crítica a los mismos medios de comunicación que en ocasiones son aliados de la dominación y la injusticia, pugnando por disposiciones que impidan una tiranía de los medios de comunicación privados, tanto electrónicos como impresos, pues en la medida en que éstos imperen sin una regulación adecuada y sin medios públicos alternativos que les hagan contrapeso ofreciendo opciones a los ciudadanos de análisis, entretenimiento, cultura, ciencia, etc., la posibilidad de formar una conciencia crítica se verá limitada. En este sentido, más allá de una legislación que impida a los medios electrónicos e impresos privados actuar como poderes fáctico, es necesario contar con medios públicos o de Estado, sin condicionamientos comerciales y sin estar secuestrados por intereses políticos facciosos. De otra manera, los medios de comunicación privados se erigirán -como de hecho ya lo están haciendo- en poderes fácticos que constituyen un obstáculo a la creación de una sociedad democrática.