El día internacional de la filosofía
César Ricardo Luque Santana
La UNESCO, con sede en París, decretó cada tercer jueves noviembre como el “Día Internacional de la Filosofía” en homenaje a Sócrates, un filósofo emblemático para la comunidad filosófica del mundo y para el pensamiento crítico, comenzando las celebraciones el 21 de noviembre de 2002. Aunque no encontré el decreto en mención, en la fuente de una publicación de la UNESCO llamada Newsletter de abril de 2003, se aborda la importancia de la filosofía a través de un dossier dedicado a ella. Ahí se establece como justificación de la determinación de establecer el Día Mundial de la Filosofía lo siguiente: que el pensamiento filosófico contribuye a la transformación social a partir de la promoción de valores universales de justicia, libertad y dignidad; hablan de una filosofía no especulativa ni prescriptiva, sino crítica, que cuestiona el significado de la vida en su contexto internacional; que es necesario rescatar la tradición filosófica y contribuir a su popularización en la cultura; que la globalización sólo podrá ser justa si prevalecen los derechos humanos de todos en cualquier lugar del mundo, entre otras consideraciones.
La licenciatura en filosofía de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), ha celebrado en tres ocasiones este suceso, esta vez, durante los días 12 y 13 de noviembre en nuestras instalaciones del edificio de Ciencias Sociales y Humanidades en el aula magna. Por cierto, constantemente nos referimos a este tipo de actividades como “eventos”, lo cual, a decir de Álex Grijelmo en su libro “Defensa apasionada del idioma español”, es incorrecto porque “evento” o “eventual” implica improvisación, falta de planeación, lo cual no es el caso, puesto que las actividades académicas realizadas fueron debidamente planeadas y organizadas. Si no mal recuerdo lo que dice este autor en la mencionada obra, esta palabra proviene de una clonación del inglés, de la palabra “event”, que también se interpreta como sinónimo de “suceso” o “acontecimiento”. El problema es que esta palabra se ha instalado en los usos cotidianos del lenguaje tanto coloquial como académico, de manera que a los congresos, foros, encuentros, fiestas, etc., se les dice invariablemente “eventos”.
Estas actividades fueron iniciativa de un grupo de estudiantes a las cuales se sumaron un conjunto de profesores para formar una comisión organizadora, la cual realizó 4 ó 5 reuniones para darle forma a la propuesta, la cual desembocó en un programa de actividades muy interesante y cuya ejecución resultó muy satisfactoria. Las actividades que se plantearon fueron: una Mesa de discusión llamada “El ser y quehacer de la filosofía en su dimensión social” con tres tópicos: la función social de la filosofía, cómo es percibida ésta por la sociedad y la cuestión del campo de trabajo del egresado de la carrera de filosofía. Esta actividad refleja una preocupación manifestada sobre todo por los alumnos de nuevo ingreso que tienen dudas en su vocación y reciben presiones de sus familiares y amigos sobre el desempeño laboral del licenciado en filosofía. Otra actividad complementaria de ésta, fue un Panel para analizar “Las relaciones entre la filosofía y las ciencias sociales”, que también trataba de mostrar -principalmente a este tipo de estudiantes de filosofía- las diversas posibilidades de vinculación desde la filosofía a las ciencias sociales como la política, la educación, la psicología o la comunicación, a través de sus muchos vasos comunicantes. Para este panel se contó con la participación entusiasta e inteligente de un grupo de profesores de dichas licenciaturas, a saber: el Mtro. Pedro Orozco (Ciencia Política), el Lic. Carlos Bernal (Psicología), la Mtra. Karla Martínez (Educación) y el Mtro. Antonio Bonifaz (Comunicación y Medios).
Otra actividad que también resultó muy estimulante, fue el “Coloquio de presentación de trabajos de investigación de tesis de filosofía“ que contó con la participación de la Lic. Alejandra Cruz Flores, la primera titulada de nuestra carrera (con mención honorífica), con la problemática entre “Interculturalidad y globalización”; Antonieta López Bimbela con la propuesta de una “Ontología poética de Gastón Bachelard” y Elena Castillo Pacheco con una problematización acerca del pensamiento filosófico precolombino e indígena con la ponencia “Filosofía intercultural: análisis a la propuesta de Raúl Forcet Betancourt”. Las tres pertenecen a la primera “generación” de filosofía de la UAN.
También tuvimos un par de estupendas conferencias, una con la Lic. Ana Bedolla Giles de la Federación Mexicana de Filosofía para Niños con el tema: “La filosofía para niños: una oportunidad de repensar la educación”, la cual resultó muy interesante porque se mostró los alcances y las dificultades de este programa para aprender a pensar, el cual es recomendado por la UNESCO, y que según ella, ya se lleva en todas las primarias públicas del Estado de México; mientras que el cierre de nuestras jornadas la realizamos en el auditorio de la Biblioteca Magna con la conferencia de Dr. Miguel Agustín Romero Morett, investigador de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Guadalajara con el tema de “Filosofía, diálogo y sociedad”, donde expuso la importancia del pensamiento crítico en la construcción democrática de un proyecto de nación.
Es importante a través de este medio agradecer a diversas personas e instituciones que nos apoyaron para realizar las distintas actividades de filosofía, entre ellas, la investigadora Lourdes Pacheco que nos apoyó para traer a Romero Morett; a Magali Altamirano del Café Cultural Dalí quien nos proporcionó la publicidad en carteles y un programa de mano impreso, además de obsequiarnos el café; y desde luego, a diversas instancias y funcionarios de la propia universidad que nos apoyaron de diversos modos.
Próximamente haremos pública una memoria (al menos en formato digital), donde se recogen las ponencias desarrolladas en las diversas actividades de estas jornadas para compartirlas con todos.
bah es un panorama triste, carente de sentido el gastar tanta energia y recursos de un espacio sin salida por parte de los maestros y alumnos que no tienen programa mas que retroalimentarse de saberes que engordaran el intelecto pero que tendran propuestas sin cabida en la sociedad, una sociedad que no piensa en proyecto en filosofia, un estudiantado que no piensa en compulsar a la sociedad, y un planta de academicos que solo buscan cobrar su quincena tal ves... bueno que aburrrido perder el tiempo y espacio relativos...
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