jueves, 21 de junio de 2012

Ricardo Luque - El proyecto hidroeléctrico Las Cruces a discusión

El proyecto hidroeléctrico Las Cruces a discusión

César Ricardo Luque Santana



El día lunes 18 de junio en la localidad de Ruíz, Nayarit, justamente en el edificio anexo a la presidencia municipal conocido como “Mesón de los Deportes”, se llevó a cabo un interesante Foro de Consulta Ciudadana sobre el Proyecto Hidroeléctrico Las Cruces, cuya convocatoria lanzada por la fracción parlamentaria del PRD atrajo a unas 200 personas, entre funcionarios del gobierno federal de la SEMARNAP, CONAGUA, CFE, diputados del Congreso local de todos los partidos políticos como el panista Santos Rentería de la Cruz (del distrito VI que abarca El Nayar y La Yesca), el priista Alejandro Tapia (diputado por el distrito XVI de Rosamorada y Ruiz), la del verde ecologista Leonor Naya y desde luego los propios legisladores del PRD Lolita Porras y Miguel Ángel Arce Montiel. También fueron invitados los presidentes municipales de Rosamorada, Ruíz, Tuxpan y Santiago, presentándose sólo el de este último municipio (Pavel Jarero) quien además participó con una ponencia. Los demás alcaldes se disculparon por no asistir aduciendo en algunos casos compromisos previamente contraídos y en otros cancelaron de última hora su asistencia, enviando en algunos casos una representación, como ocurrió con el anfitrión Librado Casas donde la sindico municipal representó al edil. Asimismo, se dieron cita gente de organizaciones ambientalistas, investigadores de la UAN y ciudadanos de diversos puntos de la entidad, destacando la participación en el debate de los miembros del Consejo Intercomunitario del Río San Pedro.

 La discusión comenzó alrededor de las 11 de la mañana y terminó 3 horas y media después, luego de 27 ponencias en pro y en contra de la construcción de la presa Las Cruces, predominando las voces en contra de la misma sobre aquellas que se declararon a favor, mientras algunas otras manifestaron posturas intermedias señalando que estaban meditando las ventajas y desventajas de un megaproyecto como el mencionado para ponerlas luego en la balanza y tomar un decisión más informada. Esto último fue el caso de un par de ciudadanos que evidentemente no están todavía lo suficientemente empapados en el tema, si bien todos los ponentes admitieron que no hay información completa y oportuna de parte de las instancias del gobierno federal involucradas en este asunto, mismas que se limitaron a señalar que el estudio de impacto ambiental, social y técnico está aún en proceso.

 Resulta desde luego imposible presentar en un espacio como este un resumen de cada ponencia -algunas por cierto muy destacadas- pero en su lugar se hará una descripción sumaria de las posturas en pugna y posteriormente en You Tube se subirán gradualmente de manera completa las ponencias más significativas de unos y otros para que los interesados en este debate tengan elementos de juicio para formarse su propia opinión, asuman una postura determinada y actúen en consecuencia. La información veraz y oportuna es sin duda una herramienta indispensable para tomar partido en estos temas tan trascendentes, pero también lo son las valoraciones preliminares y las proyecciones de escenarios con base científica y otros criterios también válidos que nos permitan comprender y dimensionar las consecuencias de un proyecto de este tipo, en el entendido de que es necesario que toda la información técnica, científica, social, cultural y ambiental, fluya de manera trasparente, en primer lugar, la proveniente de las instancias implicadas en el proyecto de la presa, mismas que deberán ser contrastadas o avaladas por instituciones de investigación independientes como las universidades públicas mexicanas. Hay que insistir que la información requerida no sólo es de orden técnico sino también social, cultural, económico, etc. También cabe agregar que en las ponencias que cuestionaron la viabilidad del proyecto hidroeléctrico, se planteó la posibilidad de encontrar alternativas de desarrollo social y energético mostrando con ello que no hay una actitud per se de confrontación con las autoridades e inversionistas privados, sino preocupaciones legítimas de los alcances que este proyecto puede tener en cuanto al daño al ecosistema de la región de la Cuenca del Río San Pedro y zonas aledañas que dependen de su cauce, así como la problemática de orden cultural (por ejemplo a los lugares sagrados de los pueblos originarios, en concreto los Coras) y los de tipo social como los desplazamientos de población o de comunidades enteras, el posible impacto económico negativo a los lugareños y el daño que se ocasionaría a las marismas nacionales que se suponen están protegidas por decreto presidencial, el cual de darse, impactaría más allá de lo meramente regional. En este sentido, la pura factibilidad técnica no es suficiente sin su viabilidad económica, social, cultural y ambiental, pues existe el riesgo -como resumió magistralmente el diputado Miguel Ángel Arce Montiel- de que se obtengan “beneficios efímeros” a cambio de “daños duraderos”.

 En las ponencias de los opositores al proyecto hidroeléctrico se esgrimieron diversos argumentos enfatizando el factor medioambiental que según ellos causaría un daño a todo un ecosistema con una flora y fauna única en algunos casos y esencial para la vida de muchas especies endémicas y migratorias. Preocupa sobremanera el eventual daño a las marismas nacionales de lo cual se tiene como referencia grande extensiones de manglar muerto provocado por el canal de Palmar de Cuautla donde el mar continúa ganando terreno ensalitrando las aguas que deberían de mezclarse proporcionalmente con agua dulce, y de paso, este exceso de salinización perjudica a las tierras de cultivo de manera severa dando al traste con la agricultura, entre otros perjuicios debido a los cambios drástico del pH o alcalinidad. A propósito de este aspecto relacionado con producción, se tiene documentado  los daños que las presas suelen provocar a los cultivos río abajo porque al embalsarse las aguas, se impiden el arrastre de sedimentos que nutren las tierras de cultivo las cuales se ven privadas de esos nutrientes quedando expuestas en algunos puntos a la salinización empobreciéndolas irremediablemente. Está asimismo el problema de los desplazamientos de pobladores y los diversos antecedentes negativos de las otras 3 presas del estado, a saber, Aguamilpa, El Cajón y La Yesca, donde los lugareños de esos respectivos lugares testimoniaron de que las promesas del gobierno nunca fueron cumplidas o lo hicieron a medias, y donde además, estudios científicos longitudinales de investigadores de la UAN, han demostrado que los daños ocasionados al medio ambiente fueron muy severos e imposibles de resarcir. Están también las preocupaciones de los pueblos originarios por la profanación de sus lugares sagrados y porque como dijo un huichol de La Yesca, se sienten extranjeros en sus propio territorio. Incluso hasta se cuestionó el nombre del Foro porque se dijo que no conocían los estudios de impacto ambiental y de otros tipo de la CFE, sino que solo se conocía la intención de hacer una cuarta presa y que en ese tenor, el Foro debía ser en defensa del Río San Pedro, entre otras muchas denuncias y análisis que como se mencionó oportunamente, resulta imposible resumir en un espacio como este.

 Del otro lado de la moneda, hubo posturas como se dijo intermedias de algunos ciudadanos de los municipios que probablemente ente serían afectados en caso de la construcción de la presa Las Cruces, otras relativamente neutrales de las instancias federales que hablan de que todo está en stand by, que se está en la etapa de los estudios, que hay voluntad por escuchar todas las voces, de conciliar todos los intereses, de tomar en cuenta todos los aspectos del proyecto de manera integral, etc. Hubo también algunas posturas que se pronunciaron a rajatabla por la construcción del proyecto hidroeléctrico Las Cruces, desdeñando los argumentos de los opositores, insistiendo en los beneficios económicos a corto plazo, magnificando la “derrama económica” como suelen decir, que según su perspectiva equivale a una prosperidad para todos o la mayoría. La cuestión económica, idealizada, presentada sin ponderaciones, se puso por encima de cualquier objeción ambiental, cultural, etc., incluso en algunas intervenciones se esgrimieron argumentos pedestres menospreciando las secuelas negativas que una obra de esa magnitud pudiera acarrear. Creo que nada mejor que compartir en Internet los argumentos de promotores y detractores para hacer una valoración personal, sin mediaciones sesgadas de ninguna especie.

 Finalmente, lo importante en sí mismo fue la realización de ese encuentro plural, la oportunidad de utilizar estos espacios de diálogo y debate para confrontar posturas, para valorar argumentos, dejar claro de que ningún proyecto va sin tomarle parecer a todos los directa e indirectamente afectados, pero sobre todo, poner de relieve que no se trata solamente de que existan condiciones naturales, capacidad técnica de ingeniería y un supuesto beneficio económico que está por demostrarse que sea para todos y que además no resulte contraproducente por el daño que podría ocasionar a uno de los ecosistemas más ricos del mundo. Hay que ver si el costo ambiental cultural y social justifica un proyecto de esa envergadura, pues como dijo lapidariamente un joven en su ponencia, al parecer “somos gigantes de la tecnología, pero enanos en lo social”. Ojalá que este Foro sea el disparador que desencadene otros foros y otros medios y mecanismo de información y discusión, los cuales  que en una sociedad democrática son un requisito insoslayable.