domingo, 24 de mayo de 2009

El triunfo de la razón

César Ricardo Luque Santana

En estos días aciagos y de oscurantismos donde el asalto a la razón es constante e impune, resulta alentador y encomiable la rectificación que hicieron las autoridades educativas agrupadas en el Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU) y de la SEP, quienes fueron perceptivos a las críticas que la comunidad filosófica del país esgrimió a los Acuerdos 442 y 444, en los cuales se excluía a la filosofía de la Reforma Integral del Bachillerato, aceptado al mismo tiempo, las propuestas de nuestra comunidad representada por el Observatorio Filosófico de México (OFM), que fue la instancia que alertó contra ese atropello y pugnó –no sólo defendiendo los intereses legítimos del gremio como tal, sino al pensamiento crítico en general- por conservar como obligatorias las asignaturas filosóficas en todos los sistemas del nivel medios superior, así como la necesidad de incorporar un área de humanidades, y sobretodo, de tomar medidas pertinentes para dignificar la enseñanza de la filosofía en el bachillerato.

Tal vez sea necesario hacer un poco de historia para ilustrar a los lectores que no están muy enterados de este problema de cómo surgió y se desarrolló el mismo, así como de su feliz desenlace. Recientemente, en el pasado mes de abril, se hicieron públicos un par de acuerdos tomados a finales del año anterior (2008) para la Reforma Integral del Bachillerato por las autoridades educativas, mismas que decretaban la desaparición -de un plumazo- de la educación filosófica en dicho nivel educativo.

En efecto, los controvertidos Acuerdos 442 y 444, desataron una reacción vigorosa de la comunidad filosófica que se aglutinó alrededor del Observatorio Filosófico de México bajo la coordinación del maestro Gabriel Vargas Lozano, quien ha estado atento a estas intentonas del Estado neoliberal en este sentido. Así entonces, desde mediados de abril que se conocieron esos acuerdos a partir de sus publicaciones en el Diario Oficial de la Federación, se empezó una lucha que fue apoyado por asociaciones e instituciones académicas de todo el país, tanto filosóficas como científicas, así como por importantes personalidades de la vida intelectual, y desde luego, por estudiantes y profesores de filosofía de todo México.

Hay que reconocer que en general, el subsecretario de educación Dr. Miguel Székely, mostró desde el principio una actitud conciliadora frente al reclamo de la comunidad filosófica y también una apertura para llevar a la XX Reunión de la CONAEDU la posición del OFM y ponerla como el primer punto de la agenda, admitiendo incluso él en lo personal, nuestras demandas. La votación a favor de la propuesta del OFM no sólo fue unánime, sino que la enseñanza de la filosofía salió fortalecida al añadirse 12 importantes acciones tendientes a mejorarla.

Ahora bien, la pregunta sobre si realmente las autoridades educativas actuaron genuinamente con sensibilidad para rectificar en la forma en que lo hicieron, al grado de manifestar públicamente incluso que nunca tuvieron la intención de excluir la filosofía del bachillerato sino que todo fue producto de una confusión, es algo que no podemos saberlo, pero lo que sí nos debe quedar claro, es que sin la movilización oportuna y la capacidad de convocatoria del Observatorio Filosófico de México, seguramente sí se hubiera afectado a la enseñanza de la filosofía.

Los detalles de este feliz desenlace pueden consultarse en el portal del OFM donde se emitió un boletín muy puntual al respecto, así como la propuesta de este organismo que leyó el Dr. Raymundo Morado Estrada ante las autoridades educativas de la CONAEDU en el pleno de su XX Reunión, así como la modificación al artículo 7 del Acuerdo 444 donde se consigna la rectificación realizada. Cada uno de estos documentos tienen un valor en sí mismo más allá del testimonio circunstancial que nos ofrecen, porque inciden de manera precisa en la problemática que desde siempre ha aquejado a la educación filosófica en el nivel medio superior, en especial por el hecho de que las asignaturas de filosofía no han estado en general en manos de quienes son más aptos para ello, es decir, quienes han sido formados de manera profesional en la misma. Por ello, la cuestión gremial no puede ser ajena de la necesidad de dignificación de la enseñanza de la filosofía.

En nuestro caso en Nayarit, hago un llamado a los estudiantes, profesores y público en general interesados en contar con un espacio de interlocución, divulgación y aprendizaje filosófico, para retomar y concluir la organización de filosofía que dejamos pendiente, donde se tenía contemplado un programa que abarcaba actividades de estudio y debate no sólo para los estudiantes y egresados de filosofía, sino que estaba abierto a todas las personas de todas las edades interesadas en abrevar del pensamiento filosófico.

Dicha organización que habíamos denominado Comunidad Filosófica de Nayarit Asociación Civil (CFNAC) y que se pensó como un espacio más allá de un colegio o gremio de colegas egresados de filosofía para estar abiertos a toda la sociedad retomando los orígenes de la filosofía donde se filosofaba en la plaza pública, ahora es más necesaria que nunca, sobretodo con las 12 acciones que se plantearon para mejorar no sólo la enseñanza de la filosofía sino para promover su presencia social, por ejemplo, mediante distintas formas de divulgación en medios escritos, electrónicos, foros, elaboración de materiales didácticos, de programas, guías, capacitación y formación académica en diversas modalidades, en otras actividades.

Por último, les recuerdo a los interesados de darle vida a esta organización civil de filosofía que pueden participar todos los que estén interesados en cuestiones filosóficas sin ninguna restricción de escolaridad o formación. Sólo tenemos que retomar los documentos ya elaborados, volver a analizarlos y ampliar nuestra invitación a los nuevos estudiantes de la carrera de filosofía y a otras personas que nos quieran acompañar en esta empresa cultural. El último paso que nos hizo falta y que debemos superar es el económico para hacer los pagos correspondientes ante la Secretaría de Relaciones Exteriores y ante un notario público. Pongámonos entonces a trabajar al respecto.

Escríbeme a: luque2009@gmail.com o pon tus comentarios aquí mismo.